En el contexto de diversas manifestaciones de repudio transcurre en Rosario, provincia de Santa Fe, una cumbre de la derecha internacional bajo los auspicios de la Fundación Libertad, a la que asisten, entre otros, el peruano Mario Vargas Llosa y el ex presidente del gobierno español José María Aznar, quienes impulsan el regreso del neoliberalismo a la región y califican de populistas y totalitarios a los gobiernos más progresistas de América Latina.
La Fundación Libertad (FL), que tiene su sede principal en Rosario, ciudad estratégica como polo de recursos alimentarios, está ligada estrechamente a la Fundación Heritage, a la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), a la National Endowment Foundation (NED) que traducen para la región como Fundación para el Desarrollo de la Democracia, aunque han participado en todos los golpes de Estado, (fracasados o no), como se ha demostrado en varios países de América Latina, especialmente en Venezuela y Bolivia.
La FL trabaja en unidad con la Fundación para el Análisis Económico Social (FAES), que preside Aznar, la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), de Vargas Llosa, y otras europeas.
FUNDAMENTALISTAS UTILIZADOS POR WASHINGTON
Es como llaman aquí un cónclave de los popes del fundamentalismo ultraderechista, que utiliza Washington para sus proyectos de desestabilización de gobiernos.
Los herederos de (los dictadores chileno Augusto) Pinochet y (español, Franciso) Franco, los golpistas que fracasaron en Bolivia y Venezuela, los voceros del poder económico global, los referentes del neoliberalismo iberoamericano y el fascismo internacional se reúnen aquí como lo hicieron en 2008 convocados por la FL, institución estrechamente ligada al Departamento de Estado estadounidense, señala un comunicado en repudio al Encuentro del Fascismo y la Derecha Mundial, firmado por personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, Otilio Borón y Horacio González, movimientos políticos, sociales y humanitarios, entre otros.
Rosario está gobernada por los socialistas que lideran el ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista, que ha participado personalmente como invitado en la Cumbre de 2008, cuando se producía el paro (de cuatro meses) de las patronales del campo, acusadas de intentar la destitución del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Binner, que ha hecho diversas alianzas, sorprendió hace unos días por su apoyo a Henrique Capriles, el candidato de la oposición venezolana.
El paro patronal de 2008 en rechazo a las retenciones decididas por el gobierno en la millonaria exportación de soya, fue apoyado por la mayoría de los asistentes a la reunión.
Ahora, además de mantener el discurso de la urgencia del retorno al neoliberalismo, derrotado por los pueblos en América Latina, están en una campaña de desacreditación de los presidentes populistas o totalitarios y traen un tema, como es la supuesta defensa de la libertad de expresión, cuando aquí se ha votado una ley democratizadora de la información como es la de Medios Audiovisuales de Comunicación, esencialmente antimonopólica.
No es casual tampoco la presencia de Marcel Granier, presidente de RCTV, la cadena venezolana que propulsó el fallido golpe a Chávez en 2002, entre otros actos. Ahora añaden su condena al proyecto de democratización de la justicia en Argentina que ha horrorizado a Vargas Llosa, quien ha hablado de un viraje hacia el totalitarismo de izquierda de la presidenta Fernández de Kirchner.
Pero el repudio mayor que se expresa en manifestaciones en Rosario y Buenos Aires es a la entrega de reconocimiento como ciudadano ilustre a Mario Vargas Llosa en el Consejo Municipal rosarino.
Durante esta reunión se hablaría del lanzamiento de un Partido Popular latinoamericano, precisamente bajo los fundamentos doctrinarios del derechista y franquista Partido Popular de España.
Por supuesto que Aznar no hace referencia a la dramática situación de su país y su partido bajo severas investigaciones por corrupción y otros delitos.
Los discursos giran en torno a insultantes consideraciones sobre el fallecido ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, y los gobernantes Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador, y la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que ya fue atacada por Vargas Llosa y otros que preconizan que este gobierno propone una dictadura de izquierda.
En realidad llegaron para hacer una defensa corporativa del Grupo Clarín, el único con posición monopólica que se ha negado a adaptarse a la Ley de Medios, paralizando su aplicación en diversos sectores amparados por jueces amigos que renuevan en forma constante las medidas cautelares.
Con seguridad ninguno de estos personajes anacrónicos abordará la profunda crisis del capitalismo globalizado neoliberalmente que oprime hoy a los pueblos de Europa, ni del fracaso de sus políticas en América Latina y el Caribe; tampoco harán referencia a las acciones bélicas que destrozan a los pueblos de África y Medio Oriente. Sí, tratarán temas de desestabilización, golpes de Estado, desinformación, campañas de calumnias contra dirigentes populares, organizar a las fuerzas fascistas locales y cómo repartir los importantes fondos que Estados Unidos destina en la región para esos fines, exponen los comunicado de personalidades y organizaciones sociales que repudian esta cita de la derecha.
Además de las manifestaciones en Rosario, en Buenos Aires habrá una marcha de la juventud de varios movimientos sociales y jóvenes afines al gobierno de esta capital, donde el empresario derechista Mauricio Macri los recibirá nada menos que en el teatro Colón, lo que ha despertado indignación en diversos sectores sociales. Macri preside aquí la Fundación Pensar, ligada a las fundaciones de Estados Unidos mencionadas y a las europeas que acompañan a éstas en toda la región, como la Frederich Nauman y otras. La lista muestra a casi un centenar de estas fundaciones que a la vez tienen una red de ONG.
Stella Calloni