Varios mandatarios latinoamericanos desfilaron este martes por la tribuna de la Asamblea de Naciones Unidas que desde hoy y hasta el próximo lunes acoge la ciudad de Nueva York con el objetivo de debatir sobre las preocupaciones mayores de la agenda internacional. El centro del debate está puesto en la crisis de refugiados y la guerra de Siria, sin embargo, otros muchos temas han sido expuestos por los principales líderes de la región.
Tras la destitución de la presidenta democráticamente electa producto del impeachment, el presidente de Brasil, Michel Temer, expresó su «compromiso inquebrantable con la democracia» en su país. «Brasil acaba de vivir un proceso largo y complejo, dirigido por el Congreso nacional y la Corte Suprema», afirmó Temer al referirse al proceso de destitución que terminó el 31 de agosto pasado.
«He de recalcar que todo tuvo lugar en el absoluto respeto del orden constitucional», recalcó el gobernante brasileño, hecho calificado como un golpe Parlamentario por Rousseff.
Durante su intervención, seis delegaciones latinoamericanas se retiraron de la sala donde se lleva a cabo la Asamblea anual del organismo internacional. Fueron Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, Cuba y Nicaragua los que llevaron a cabo una acción que, pese a la poca difusión que le dio la prensa, evidencia el rechazo de la comunidad internacional hacia el mandato incostitucional de Temer.
Por su parte, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, expresó el respeto de su país a la no intervención de otros países: «Somos resputosos a la no intervencion de otros países, en los problemas de otros Estados, sin embargo el respeto a este principio no puede ni debe contraponerse en la defensa de la democracia y los DD.HH.», dijo Kuczynski.
En el marco de ese contexto el mandatario peruano, abogó por una solución pacifica a la actual situación por la que atraviesa Venezuela e instó a un «dialogo interno en el marco del pleno respeto». Perú está en la mejor disposición para realizar los esfuerzos necesario que puedan ayudar a Venezuela para que alcancen una solucion a los problemas», manifestó.
El representante de Argentina, Mauricio Macri, destacó que durante años Latinoamérica hizo grandes esfuerzos para reducir la pobreza, gracias a «políticas sociales robustas y a condiciones económicas internacionales muy favorables». En su intervención ante los líderes mundiales, Macri recordó que «los principios de esta organización nos guían a estimular el diálogo y la cooperación entre los países, para lograr el desarrollo, la paz y la seguridad internacional».
Aseguró además que su Gobierno trabaja en el fortalecimiento de las relaciones con sus vecinos y se están vinculando de forma madura con el resto de los países y los organismos multilaterales.
Finalmente, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, expuso sobre el riesgo que existe en el mundo por las enfermedades crónicas no transmisibles. El mandatario uruguayo aprovechó su intervención en la ONU para alertar sobre las alarmantes cifras de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
Vázquez aseguró que las personas más pobres tienden a desarrollar patrones de conductas que las hacen acercarse más a los vicios. “En estas poblaciones es fácil que se produzca un círculo vicioso. La pobreza expone a la gente a factores de riesgo comportamentales, de las enfermedades no transmisibles y esta a su vez tienden a agravar la condición de pobreza de estas las personas y de las familias afectadas”.