Daniel Jadue y cortes de luz: «Hemos sido víctimas de la ineficiencia e ineficacia de los privados»

Una de las consecuencias más palpables de los últimos temporales han sido las más de 5.000 viviendas afectadas por los cortes de luz, cuya reposición ha demorado hasta cinco días desde el inicio de los sistemas frontales que se han instalado en la zona centro-sur del país.

El hecho ha dejado en evidencia la desprolijidad de la gestión de las empresas eléctricas, siendo incluso reprendidas por la propia presidenta Bachelet,  quien en la cena de las Empresas Eléctricas realizada la noche de este miércoles sostuvo que “no es posible que a cinco días de ocurridos los temporales todavía cerca de 4.500 hogares tengan su electricidad cortada”.

A pesar de los cuestionamientos, los privados se mantienen parapetadas en la excusa de que «era imposible prever que árboles de 20 años salieran volando», tal como señaló en entrevista con CNN Chile el director ejecutivo de la Asociación Gremial de las Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo.

El mismo Castillo recalcó que «nada que pudieran hacer las empresas en lo que se refiere al diseño, arquitectura o mantenimiento de las redes, hubiera hecho un cambio significativo respecto a lo que fue la realidad».

Una defensa corporativa, difundida por los medios y reforzada por la falta de supervisión de los organismos técnicos y una legislación perniciosa que ha dado margen a las eléctricas para escudarse en este tipo de argumentos.

En este escenario, el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile, ODECU, Stefan Larenas, sostiene en conversación con El Ciudadano que «lo que la ley exige es que sean compensados con el doble de lo que costó el megabyte; tiene que haber una reducción de cuenta de acuerdo a la cantidad de hora que estuvo el servicio suspendido. En los casos particulares se debe recurrir individualmente a las instituciones correspondientes».

Al mismo tiempo, Larenas recalca que se debe revisar la legislación al respecto y, por cierto, el empoderamiento ciudadano. En ese sentido, plantea que «más allá de las investigaciones o sumarios que se lleven a cabo sobre la posible fuerza mayor en los cortes, el elemento que es evidente, es que hay temas que no pueden seguir existiendo: una es el soterramiento de las redes, mientras tengamos cableado aéreo van seguir habiendo cortes, hay laxitud de la autoridad en esta materia». «Con ciudadanos empoderados se puede hacer mayor presión para exigir cambios a las empresas», apunta.

Cuidar las utilidades o los derechos ciudadanos

Hasta el momento, los municipios de Maipú, Estación Central y Las Condes han presentado demandas colectivas por los perjuicios de los vecinos afectados por los cortes de la energía eléctrica. La Municipalidad de Recoleta realizará lo propio la próxima semana, tras recolectar la información entregada por parte de los perjudicados, explica a El Ciudadano el alcalde Daniel Jadue.

El edil sostiene que «hemos sido víctimas de la ineficiencia e ineficacia de los privados en la gestión de servicios públicos monopólicos, lo que deja al descubierto los mitos fundacionales de la derecha chilena sobre que el Estado es ineficiente por naturaleza y el privado parece hacer todo bien. Aquí los privados no han hecho las inversiones y solo están preocupados por las utilidades de sus accionistas, sin interesarse por sus clientes».

Jadue recalca que «esto se encuentra en línea con las declaraciones de hoy (jueves) de Bernardo Matte en la Sofofa, que dice que el compromiso de ellos es con su utilidad y no con el bienestar del país. Esa es la clase empresarial que tenemos y debemos enfrentarnos a esta realidad«.

Al ser consultado respecto de la falta de críticas por parte de la derecha a la gestión de las empresas eléctricas, Jadue no duda en señalar que «si hubiese sido estatal habrían pedido la cabeza de la presidenta y sus ministros. Es evidente su opción, cero autocrítica a los privados por su gestión y los delitos que comenten». Al mismo tiempo, apunta a los grupos económicos involucrados en la industria eléctrica y declara que «la parte más rica del empresariado es lumpenesca y actúan como tal».

Finalmente, Jadue estima que esta crisis dispone una oportunidad para revisar el modelos de entrega de servicios públicos de carácter monopólico. En ese marco, postula que «llegó el minuto de pensar si el monopolio de los servicios públicos se los debemos entregar a los privados; si fuese público, al menos podríamos exigir responsabilidades».