Daniel Scioli empezó a jugar sus fichas de cara a la elección presidencial. Fiel a su estilo lanzó una serie de definiciones sobre los ejes económicos de su campaña. En primer lugar afirmó que “Vamos a lograr una inflación de un dígito, pero nunca a costa del ajuste, de nuestra política de inclusión social, sino con más y mejor crecimiento” dejando en claro un mensaje con dos caras. Por un lado, asumir que la inflación es el principal problema que hoy enfrenta la economía Argentina. En segundo lugar, que el remedio, no va a ser peor que la enfermedad.
Para llevar esto adelante, el mandatario provincial afirmó que logrará atraer inversiones por u$s30.000 millones de dólares anuales para invertir en infraestructura y dotar a la economía Argentina de vigor financiero. En este mismo sentido remarcó que «Les voy a exigir a los bancos privados que sean alternativas para que la clase media cuente con créditos hipotecarios” y así dejó una resonante definición que incluyó la promesa de crear 250.000 viviendas por año destinadas a reactivar el mercado de la construcción y crear una nueva dinámica económica para que la clase media pueda acceder a su vivienda.
En torno a la redistribución de la riqueza remarcó la posibilidad de impulsar un proyecto para «devolver el IVA a todas las compras con tarjetas a jubilados que ganan la mínima y a los beneficiarios de la Asignación Universal y todas la prestaciones sociales».
En cuanto al conflicto con los Fondo Buitre, Daniel Scioli afirmó que “Quedó claro que no es necesario pagarles a los fondos buitre para conseguir financiamiento. Seguiremos trabajando para pagarle al ciento por ciento de los acreedores, pero en condiciones justas, legales y sustentables«.
De esta manera Scioli continúa con su versión discursiva que lo llevó hasta dónde está. El candidato representa la continuidad del proyecto Kirchnerista en término de sus políticas fundamentales, pero asumiendo que hay cosas por corregir, para lograr aún un mejor bienestar en el país.
Lo interesante que dejan las definiciones de la campaña es que mueven el eje de la misma a las propuestas concretas, que hasta ahora y salvo en el candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, habían estado ausentes.Por otro lado y no menos importante, esto establece un piso de demandas llegado el caso que el gobernador asuma como presidente. Este discurso marca el inicio de la campaña, pero también un compromiso con el electorado peronista. Es la vara con la cual será medida el propio Scioli.
La dejó alta. Falta que la historia diga si dará la talla.