A las 10 de la mañana llegó hasta la Fiscalía de Rancagua el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, para declarar como imputado por el caso Caval.
Esta es la segunda vez que el ex director sociocultural de la Presidencia concurre a comparecer ante el fiscal Luis Toledo por el negocio de la empresa de su esposa, Natalia Compagnon, en Machalí.
En la primera ocasión, Dávalos -quien antes de trabajar en La Moneda se desempeñaba como gerente de proyectos de Caval- fue consultado sobre el origen del negocio y la forma en que fue tramitado. El cientista político habría relatado que su mayor interés era evitar que le remataran la casa en que vive, pues existen cheques en garantía por este negocio. Asimismo, habría señalado que junto a Compagnon comparten los gastos familiares, pero que cada uno maneja de forma independiente los ingresos.
En otro episodio, el hijo de la Mandataria habría dicho que se sintió engañado, porque desconocía la identidad de algunos de los actores que estaban involucrados en la operación y que nunca había sido informado que entre estas personas había intermediadores ligados a la UDI.
En tanto, Compagnon declaró ayer ante el persecutor por más de ocho horas. El Ministerio Público indaga posibles delitos de revelación de secreto, negociación incompatible, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias en la compra de los terrenos.