Sergio Diez, político y representante de la derecha más rancia y tradicional, se inició como secretario general de la Juventud Conservadora en 1948 y dos años más tarde ingresó como miembro de la junta ejecutiva de la misma colectividad hasta 1955; en 1957 fue diputado por Talca y en 1962 fue reelecto como diputado por el período legislativo 1962-1965. Entre 1962 y 1963 fue presidente del Partido Conservador y diez años después fue elegido diputado por Linares para en 1973 obtener un escaño en el Senado en representación del Partido Nacional.
Desde inicios de la dictadura, asesoró desde diferentes espacios al régimen de Pinochet. Entre 1977 y 1982 fue embajador de Chile ante las Naciones Unidas y también ejerció como Delegado de Chile en la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Desde estos cargos se elevó como escudero de la figura de Pinochet y llevó a cabo una política de ocultamiento y desinformación respecto a las violaciones a los Derechos Humanos que se prácticaban en Chile por parte de órganos del Estado.
Entre sus actuaciones ante organismos internacionales presentó documentos para desmentir las acusaciones. Entre ellos, falsos certificados de autopsia emitidos por el Instituto Médico Legal que indicaban la muerte en enfrentamiento de algunas de las víctimas. En otros casos mostró certificados del Registro Civil que afirmaban que algunos “no tenían existencia legal en Chile”.
En 1980, Diez se integró a la Comisión de Estudios de la Constitución de 1980 – otro espacio «notable» de la dictadura y su afán de legitimación – y en 1982 se desempeñó como vicepresidente de la Fundación Chile.
Con el inicio de la transición, Diez ingresa al Senado en 1989 electo por la Novena Región y siendo reelecto en 1993. En dicho período asume la presidencia del Senado entre 196 y 1997.
Desde 1990, Diez militaba en Renovación Nacional, partido del que fue su presidente entre 2004 y 2006.