Los Comunistas somos y seremos oposición a todo gobierno que defienda los intereses del gran capital en perjuicio de los trabajadores. Somos y seremos oposición a todo gobierno que actúe en contra del proletariado y el pueblo, así como de aquellos que gobiernan en beneficio de potencias extranjeras dañando los intereses del país. Somos oposición por tanto al actual gobierno de la Concertación, vestida de Nueva Mayoría.
Los gobiernos que sucedieron a la tiranía a partir de 1990 no han hecho cosa alguna que propenda a desmantelar la institucionalidad que dejó instalada la dictadura del sector más reaccionario del capital financiero y el imperialismo estadounidense, que caracterizamos en su momento como fascista. Esta se expresa en un conjunto de leyes que, en lo esencial, dejan al Estado en una situación de total impotencia a la hora de regular la actividad económica que llevan a cabo los grandes grupos internos y externos, que saquean el país y depredan el territorio. El rechazo, corroborado por las actuales autoridades económicas, a cualquier actividad empresarial bajo gestión del Estado, salvo las irrentables como ENAP, es el más claro indicio de la profunda convicción neoliberal de la Nueva Mayoría y, en última instancia, de protección irrestricta del orden capitalista en perjuicio de los explotados.
Definitivamente, el gobierno encabezado por Michelle Bachelet es la continuidad y profundización de la política aplicada desde que en 1990 salió el dictador de La Moneda. Es decir, la continuidad de la expresión neoliberal del capitalismo en Chile. El hecho de que en los últimos dieciocho años Chile encabece los índices de desigualdad a nivel mundial y de los países integrantes de la OCDE, expresa que la distribución de la riqueza es extremadamente injusta; pero además, esa forma injusta aumenta de manera continua, concentrando el poder adquisitivo en una elite cada vez más reducida, consecuencia inevitable del modelo de subdesarrollo aplicado por los ideólogos neoliberales.
Por otra parte, las vagas promesas que formulara el actual bloque gobernante durante la campaña electoral, aun cuando se cumplieran, no alteran la esencia del modelo capitalista neoliberal imperante en Chile, pues relega al Estado al cumplimiento estricto del rol subsidiario establecido por la Constitución, cuestión que ya ha quedado clara con motivo de la Reforma Educacional, con el desistimiento explicito del actual gobierno al impulso de la Educación Pública. Otro ejemplo, es la mañosa reforma tributaria que no altera la desigual distribución de la riqueza.
Los comunistas no podemos ser integrantes de ninguna coalición burguesa de gobierno, menos de una cuyo progresismo es tan dudoso, como el de la que actualmente gobierna Chile. Los comunistas trabajamos, junto a otras fuerzas, en la construcción de la Oposición Popular al actual régimen, y por ende debemos empeñarnos en denunciar todo su oportunismo, todas sus inconsecuencias, toda su sinvergüenzura, su complicidad con los grupos económicos chilenos y extranjeros, dejando claro al Pueblo de Chile que NO HAY comunistas en el actual gobierno, ni los habrá en ninguno que no defienda con fuerza y claridad los intereses de la Clase Obrera y el Pueblo e impulse las urgentes transformaciones estructurales que hagan de Chile un país justo, independiente y profundamente unido con los pueblos de América Latina y el Caribe y el destino común que nos hermana.
Los comunistas podemos participar en determinadas circunstancias históricas en procesos que, en los marcos del capitalismo, tengan como objetivo transformaciones de carácter popular, tales como la Unidad Popular en Chile o el proceso bolivariano en Venezuela, pero teniendo presente que las reformas dentro del capitalismo son vulnerables y reversibles, y sin perder de vista jamás que solo el Socialismo podrá resolver los problemas de la Humanidad.
De la unidad de los Comunistas a la unidad del pueblo.
Consejo Nacional de los Comités Comunistas
Movimiento Cultura Comunista
Unidad Comunista
Santiago de Chile, Agosto de 2014