Tras cuatro años alejada de las tablas, la actriz Delfina Guzmán reapareció públicamente hace unas semanas durante la inauguración del Festival Teatro a Mil, ocasión en la que concedió entrevistas para referirse al estado de las artes y la cultura en el país además de la contingencia política.
En una entrevista concedida a The Clinic, Guzmán se declaró «devota» del presidente Gabriel Boric, a quien defendió de las críticas «injustas» que ha sufrido durante su gobierno. También repasó al expresidente Sebastián Piñera, cuya administración tachó de «malita» a pesar de la buena relación que mantiene con él.
«A ese cabro (Boric) lo adoro… Encuentro que tenemos un Presidente inteligente, atento, vibrante, cariñoso. Me encanta, y lo voy a defender siempre, ahora más que nunca, porque lo están tratando pésimo, lo están atacando mucho, injustamente. Mucha gente cambia con la política y con el poder, pero siento profundamente que Gabriel no, fíjate», señaló la actriz.
«La política es cada vez más sucia, para gente más y más sucia, pero tampoco es que todos sean así. El Presidente Boric proyecta algo que muchos otros no; es cariñoso, como te decía, cercano, y además es transparente, ¡autocrítico! Además, es tan bonito. ¿Cuándo habíamos tenido a un Presidente bonito en este país?», agregó.
Guzmán también trazó ciertos paralelismos entre el mandatario y el expresidente Salvador Allende, a quien conoció personalmente: «Se parecen evidentemente en la inteligencia y en el sentido de la intimidad; ambos tienen una relación con las personas por encima de los cargos, sin tanta solemnidad absurda y más cercana que otros, incluso que la Michelle o que Lagos, para qué decir Piñera», comentó la artista.
«Salvador, eso sí, era más dicharachero (…) Era muy bueno para la fiesta y para el hueveo, y en eso nos encontrábamos, porque yo también fui muy buena para el hueveo y para bailar, me encantaba bailar. A mí me da la impresión de que Boric no es tan bueno para la fiesta, sino más estudioso, calmado», añadió.
Finalmente, la actriz de 95 años recordó una anécdota con el expresidente Sebastián Piñera, cuando la invitaron a tomar once al Palacio de La Moneda en abril de 2018. Según cuenta Guzmán, aceptó ir al encuentro pese a no compartir los ideales del entonces mandatario, pero una vez en el auto se percató de que toda la parafernalia era un intento de Piñera de utilizarla «para la foto».
«Fue dos o tres días después de mi cumpleaños, no recuerdo muy bien, pero sí que fue muy bonito y extraño porque me mandó el auto presidencial y todo el mundo me saludaba. Yo, la idiota, me creía la muerte, pero era rarísimo que estuviera en el auto de Piñera. Todos me asocian con la izquierda, nadie entendía nada. Lo vi en principio como un gesto cariñoso de su parte, pero luego entendí que algo también había para la foto», señaló
«Te diría que con Piñera tengo una buena relación. Le tengo simpatía a nivel personal, a pesar de todo, porque como Presidente, al parecer, lo hizo malito. Tampoco estoy de acuerdo para nada en lo que él piensa como político, si es que piensa. Pero mira, a los Presidentes en general, no solo a él, es muy difícil calificarlos con una nota definitiva. Hacen cosas pésimas y cosas buenas también, no son unilaterales. Este país es muy grande, además, y uno tiene una pura mirada que no siempre es la mejor o la más necesaria», finalizó.