Demanda marítima boliviana se instala como tema en la asamblea de la OEA en Cochabamba

Iniciada este domingo, la versión 42 de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene entre los temas oficiales a tocar la soberanía alimentaria y la seguridad

Demanda marítima boliviana se instala como tema en la asamblea de la OEA en Cochabamba

Autor: Cristobal Cornejo

Iniciada este domingo, la versión 42 de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene entre los temas oficiales a tocar la soberanía alimentaria y la seguridad. Sin embargo, en la apertura, el presidente Evo Morales volvió a reiterar la demanda boliviana por una salida soberana al mar, apoyó la reivindicación argentina por Las Malvinas, y pidió una refundación al organismo continental.

Con la participación de 34 países, este domingo se inició el encuentro, en medio de las tensiones relacionadas con las críticas al organismo y los temas no oficiales (y conflictivos) que podrían plantearse. La cita, que no contará con la presencia de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, de gira por Asia y por Europa, fue iniciada por el presidente anfitrión, Evo Morales, que ya en los días previos había pedido una refundación o desaparición de la Organización fundada en 1948, con el objetivo de ser un foro político para el diálogo multilateral, integración y la toma de decisiones de ámbito americano.

En la ceremonia inaugural –que no contó con presencia diplomática chilena- Morales expresó que este es el mejor momento para la refundación de la OEA, ya no estamos en tiempos de guerra fría. “La OEA solo tiene dos caminos: renace al servicio de los pueblos o fallece al servicio del imperio”, advirtió el presidente boliviano.

Asimismo, afirmó que si la organización continental tuviera como prioridad la defensa de los pueblos, las islas Malvinas serían argentinas y Bolivia tendría mar. Además, en sintonía con otros mandatarios, expresó críticas contra el funcionamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y contra la presencia militar  estadounidense en varios países del continente, instalando estos temas en la agenda del encuentro.

Por su parte, el secretario general, José Miguel Insulza, tuvo una intervención en el polo opuesto a Morales, defendiendo el papel de la Organización, presidida por él desde 2005.

Insulza enumeró varios logros alcanzados, afirmando que «la OEA es y continúa siendo una organización indispensable, aunque se critique a veces -con buenas razones- nuestras limitaciones y errores».

MAR PARA BOLIVIA

“Bolivia en 1825 nació con mar en el océano Pacífico. Bolivia jamás renunció, jamás renunciará el retorno al mar con soberanía y saludamos la solidaridad de casi todos los países y los movimientos sociales de Latinoamérica y del mundo, porque las guerra ni invasiones otorgan derechos, es un principio universal”, señaló el Presidente boliviano en su discurso.

Ante estas expresiones, el canciller chileno Alfredo Moreno contradijo, señalando que lo que genera los derechos son los tratados.

«Solamente quisiera decirle al presidente Morales que lo que genera los derechos son los tratados, los tratados son no solamente los que generan los derechos, sino que los que traen la paz y la estabilidad, y la prueba más clara es que en nuestro continente durante muchas décadas hemos gozado de esta paz y esta estabilidad a diferencia de lo que sucedió en otros continentes en las últimas décadas», sostuvo.

El ministro chileno de Relaciones Exteriores manifestó hoy que confía en que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) no accederá a revisar el tratado de 1904 entre Chile y Bolivia, tal como ha sido solicitado por el gobierno boliviano.

El canciller aseguró que la solicitud realizada por Morales para que se revise el acuerdo, como ocurrió en 1979, no tiene opciones de ser respaldada ya que la postura de Chile es compartida por la mayoría de las naciones que componen la OEA.

Por su parte, la presidenta del Senado boliviano, Gabriela Motaño, explicó que la guerra que definió los límites en 1904 no sería argumento para impedir el acceso soberano al océano, ya que fue «producto de una guerra injusta, impulsada por intereses que van mucho más allá de dos países hermanos como Bolivia y Chile, que defendían intereses de otros países, de otros imperios». Además recalcó los daños económicos que ha sufrido Bolivia.

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, sostuvo hoy a su llegada al encuentro que «también venimos a hablar de cosas ineludibles, impostergables, como las Malvinas argentinas, como el acceso al mar de Bolivia, como el derecho de los pueblos ancestrales bolivianos a masticar la hoja de coca».

En Chile, los dichos bolivianos no gustaron. El diputado Iván Moreira (UDI) -miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja-  los consideró una “provocación”, respaldando la decisión de Moreno de no asistir a la inauguración.

Por su parte, el presidente de dicha Comisión, diputado Jorge Tarud (PPD) cuestionó al mandatario boliviano, «porque una cosa es la relación entre el Reino Unido y Argentina, en donde en las Malvinas no hay ningún tratado, y otra cosa es la relación bilateral entre Chile y Bolivia, en donde sí hay un tratado que hay que respetar».

La comunidad mapuche de la región chilena presente en la paralela Cumbre Social de Cochabamba respaldó la causa boliviana y rechazó la utilización de transgénicos para elevar la producción de alimentas en los países del continente.

José Llanquilén, vocero, aseguró que como originarios, los mapuches pretenden que se respeten los derechos de todos los pueblos, e insistió en que, para comenzar, Chile debería devolver a Bolivia su acceso al mar.

El Ciudadano


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