Detalles del diálogo de la guerrilla y el Gobierno de Colombia

Sigilosamente se inició acercamiento hace dos años   En operativos preparatorios participaron noruegos, cubanos y venezolanos

Detalles del diálogo de la guerrilla y el Gobierno de Colombia

Autor: Wari

Sigilosamente se inició acercamiento hace dos años

 

En operativos preparatorios participaron noruegos, cubanos y venezolanos. No hay alto al fuego aunque ambas partes se sentarán a conversar en Oslo este mes de octubre en base a un documento firmado. Se está sumando el ELN junto a las Farc.

Sigilosamente, hace dos años comenzaron, de manera secreta, los contactos entre emisarios del gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia/Ejército del Pueblo (Farc/EP), con la intención de barajar la posibilidad de concretar un diálogo ya que, entre otras cosas, por la vía militar ninguna de las partes estaba logrando “los objetivos superiores”.

Personeros de la guerrilla confirmaron que quien inició las gestiones fue el comandante Alfonso Cano, que había reemplazado al jefe histórico de las Farc/EP (fallecido de muerte natural en la selva), Manuel Marulanda. Cano había dicho que “las Farc-EP (reitera) una vez más que creemos en la solución política, que creemos en el diálogo, que creemos viable la consigna central… el diálogo es la ruta”.

Sin embargo, la Inteligencia del Ejército colombiano logró ubicar un contingente guerrillero donde estaba el jefe insurgente y lo ultimó. Las fuentes consultadas indicaron que los rebeldes pensaron en no continuar con las tratativas, pero finalmente optaron por proseguir la opción de establecer el diálogo.

Un momento clave fue cuando se pidió el involucramiento a los gobiernos de Noruega, Cuba y Venezuela. Funcionarios de esos países establecieron comunicaciones con el gobierno de Santos y con las Farc-EP y comenzaron los operativos preparatorios, que incluyó sacar de las zonas de combate a los dirigentes alzados.

Así, se produjeron los llamados “encuentros exploratorios” entre las partes entre febrero y agosto de este año, fundamentalmente en La Habana, lugar elegido desde hace años por las administraciones y las guerrillas colombianas para las negociaciones. Noruega y Cuba actuaron como “garantes” y Venezuela como “facilitador de logística y acompañante”. Durante esos meses, a petición del Presidente de Colombia, se integró a Chile como “acompañante”.

En casas de protocolo y oficinas en la isla se produjo un sinnúmero de reuniones, hasta que se acordó iniciar formalmente el diálogo en Oslo, Noruega, el 8 de octubre. Pero después vino un comunicado del Gobierno y de las Farc-EP y se cambió la fecha para el 15, lo que fue confirmado por Veslemoy Lothe Salvesen, vocera de la Cancillería noruega.

Los delegados oficiales de las Farc-EP son Iván Márquez, Marco León Calarcá, Ricardo Téllez, Andrés París y Simón Trinidad (detenido en Estados Unidos pero que tiene acceso por vía de teleconferencia). Los representantes del gobierno de Santos son: el ex vicepresidente, Humberto de la Calle; el representante del empresariado, Luis Carlos Villegas; el ex director de la Policía Nacional, general Oscar Naranjo; el general en retiro, Jorge Enrique Mora; Frank Pearl, ex comisionado de Paz, y Sergio Jaramillo, consejero de Seguridad Nacional. Además, ambas partes tienen designados 30 delegados adjuntos.

Aunque parezca paradójico, el diálogo no implica el alto al fuego y las operaciones militares continúan por lado y lado.

LAS POSTURAS PARA LA PAZ

El Presidente Juan Manuel Santos indicó que “en el mundo de hoy, en las condiciones de hoy, tenemos unas grandes posibilidades de alcanzar una solución negociada al conflicto. Ese sería un cambio tremendo para Colombia”. Indicó que “desde el primer día de mi gobierno he cumplido con la obligación constitucional de buscar la paz y en esa obligación se han desarrollado conversaciones con las Farc para buscar el fin del conflicto”.

Un comunicado del Secretariado del Estado Mayor Central de las Farc-EP señaló que “volvemos a una mesa, reconocidos como adversarios militares y políticos, convidados y protegidos por quienes nos persiguieron, acompañados y avalados por la comunidad internacional”. El texto habló de “una paz fundada en la verdadera reconciliación, en el entendimiento fraterno, en las transformaciones económicas, políticas y sociales necesarias para alcanzar el punto de equilibrio aceptable para todos, en la extirpación de las razones que alimentan la confrontación armada”.

Representantes del gobierno colombiano y de la insurgencia ‘fariana’ firmaron un documento en La Habana titulado ‘Acuerdo General para la Terminación del Conflicto’, que constituye el marco para el desarrollo de las conversaciones. Es decir, no hay una agenda abierta, sino bien definida. De hecho indicaron que “las conversaciones se darán bajo el principio de que nada está acordado hasta que todo esté acordado”.

Entre los temas a tratar están: derechos humanos, sector agrícola, drogas, desarrollo social, medioambiente, condiciones para la paz, fin de la guerra y de las hostilidades, etc. El diálogo no tiene fecha de término e incluso ya se informó que después de Oslo, todos los delegados se trasladarán a La Habana para continuar allá las pláticas. Hay noticias de que la otra guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pudiera también sumarse a las conversaciones.

Por Hugo Guzmán Rambaldi

El Ciudadano Nº134, octubre 2012

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