Las protestas palestinas se dieron en el marco del denominado “Día de la ira”, luego la muerte a tiros de un palestino de 32 años de edad, Mutaz Hijazi, por parte de las tropas israelíes en el barrio de Abu Tor, en Al Quds. Una autopsia reveló el viernes que Mutaz Hijazi fue baleado 20 veces por diferentes agentes y se le dejó morir desangrado en su azotea, mientras la policía israelí se negaba a permitir que los vecinos llegaran al sitio para socorrerlo. Más tarde la policía obligó a una ambulancia a llevarse su cuerpo. Posteriormente fueron los médicos de la Media Luna Roja que entregaron el cuerpo a la familia en la noche del jueves.
Durante el “Día de la ira” decenas de miles de palestinos se convocaron en defensa de la mezquita de Al Aqsa luego de que en la víspera las autoridades israelíes acordaran cerrar la Explanada de las Mezquitas por primera vez en muchos años, decisión revocada finalmente. Al menos 28 palestinos resultaron heridos luego de que la policía israelí disparara gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud enfurecida.
A su vez, cientos de palestinos protestaron en la Franja de Gaza contra la decisión de Israel de cerrar temporalmente la Mezquita Al Aqsa. Los manifestantes se reunieron para mostrar su apoyo a los compañeros palestinos en la ocupada Cisjordania, que se encuentran bajo el bloqueo de seguridad por parte del régimen de Tel Aviv.
La protesta en la Franja de Gaza se produce en el contexto del aumento de las tensiones en Al Quds después de que el régimen de Israel impuso restricciones a los fieles palestinos. Las autoridades israelíes habían desplegado el mismo día cerca de 1.000 fuerzas policiales a través de la ciudad.
En este sentido, el líder del Movimiento de Resistencia Palestino (HAMAS), Ismail Haniyeh, declaró que la organización está comprometida a luchar contra Israel por el complejo de la Mezquita Al Aqsa. Haniyeh, que participó en la masiva protesta desarrollada en Gaza en el “Día de la ira”, dijo que el movimiento de resistencia no permitirá que el régimen de Israel actúe sin contemplar los intereses palestinos en la mezquita.
Asimismo, advirtió que el cierre temporal de la mezquita de Al Aqsa fue parte de un plan israelí para destruir el lugar sagrado. “El enemigo israelí está entrando en una fase muy peligrosa en el desempeño de sus tareas hacia la sagrada mezquita”, aseguró el líder palestino y agregó que “ellos planean asignar diferentes tiempos de oración para los judios y árabes y están pensando seriamente en la destrucción de la mezquita”.
Israel obstaculiza el acceso a la mezquita en Al Quds para permitir a los judíos que recen allí. Los judíos ortodoxos están presionando para facilitar el acceso al recinto. La mezquita de Al Aqsa es sensible para los palestinos debido a su estatus como el tercer lugar más sagrado en el Islam, luego de las mezquitas en Arabia Saudita, Meca y Medina, y su ubicación en el corazón de la ciudad vieja de Jerusalén Oriental ocupada por Israel. Israel reclama la totalidad de Jerusalén como su “capital eterna e indivisible”, pero la comunidad internacional ve a Al Quds o Jerusalén Este como territorio palestino y la capital del Estado palestino.
El gobierno israelí planea desde principios de año apropiarse de la zona con el fin de destruir la mezquita, a fin de transformarla en un templo judío. Desde abril de este año, el régimen de Tel Aviv, mantiene una medida que implica que hombres palestinos menores de 50 años ya no podrán asistir a las tradicionales oraciones de los viernes con el fin de “evitar disturbios”.
via PIA