Diego Ancalao tiene en mente el desafío de trabajar en un partido político chileno sin olvidar su origen mapuche y desde ahí construir un proyecto político capaz de acoger todas las realidades del territorio nacional, donde su partido tomará la vanguardia del país en la protección a los oprimidos por un sistema político injusto.
¿Cuál es al aporte de las generaciones de mapuches jóvenes en la discusión de la relación de los pueblos originarios con el Estado?
Gran parte de los problemas que tiene hoy el pueblo Mapuche se debe a dos factores: Uno, es que el Estado y los gobiernos sucesivos de la Concertación y de la derecha han sido incapaces de resolver la situación de los pueblos originarios en Chile. Dos, a ese fracaso se suma que la sociedad chilena está marginada del poder, sin que exista un recambio político, lo que ha provocado estallido sociales en distintos puntos del país.
¿Ese recambio es necesario también al interior de la dirigencia mapuche?
La dirigencia mapuche hizo un gran trabajo desde la dictadura hasta la fecha, por lo tanto, el desafío el día de hoy es renovar el discursos de esa época. Ellos aportaron avances, pero lo concreto es que no ha sido suficiente, hoy los jóvenes mapuche tenemos esa tarea para superar los problemas; que son de educación, de pérdida de idioma, de reconocimiento constitucional o de participación política e incluso de toma de decisiones en temas sobre el futuro de nuestro pueblo, porque los líderes del pasado ya hicieron su aporte.
¿Y cuál es el rol de los jóvenes mapuches?
El rol de nosotros los jóvenes es tomar el testimonio de nuestros antepasados y hacer la tarea pendiente para nuestro pueblo y para las demás víctimas de un sistema político mal hecho en Chile. Y fundamentalmente luchar por la participación política de los pueblos originarios. En el caso del pueblo mapuche debemos tener la posibilidad de decidir sobre nuestro propio futuro.
¿Para qué quieres ser político?
Estoy convencido que llegó el momento de demostrar al país que ni el origen, ni el apellido ni la cuna pueden ser limitantes para hacer el trabajo por el bien de los más postergados y oprimidos de Chile.
¿Quiénes tomarán la vanguardia política del Chile?
Nuestro partido presenta una nueva forma de pensar el país. No somos una copia de lo existente y tampoco se sustenta sólo en el apoyo del sector descontento con la política, no nos basamos en la crítica sobre los muchos errores que han cometido las coaliciones que administraban Chile.
Tampoco nos perdemos en las rencillas con los sectores más ortodoxos de la izquierda, pues como esos sectores no han logrado renovarse a sí mismos con mayor dificultad podrían renovar la sociedad en general, es decir, caer en la discusión de quien es más de izquierda que el otro no tiene sentido, el país necesita discusiones de altura
Necesitamos un proyecto a la altura de los desafíos, capaz de incorporar a los jóvenes como motor de cambio real, de lo contrario no cambiará la iniquidad económica con un modelo que se lleva todo cuanto el país produce, tampoco creo que cambie la participación política que permita que los actores sociales sean también actores políticos con poder de decisión. Pues bien, el sistema republicano no ha cambiado mucho desde la independencia. Es por esto que nuestro partido debe ser capaz de entregar al país una declaración de principios que invite a todos los chilenos a pensar el país que necesitan y que se ubique sobre los dogmas de la derecha y la izquierda, debe entregar al país el proyecto que necesitamos y que nos haga pensar en lo que debemos ser y no en lo que no fuimos, debe ser un vehículo que nos lleve a la equidad, la justicia social y económica, que abra las puertas al desarrollo.
Concentraremos nuestra energía en un intenso trabajo organizacional y de estudios para proponer la sociedad que necesitamos e invitar a la ciudadanía a participar, es por esto que un partido de este nivel no se sustenta en el carisma de una sola persona, como otros, nuestro partido es un referente político, con contenido y equipos de líderes en todo el país.