Estaba en juego la autoridad de Emmanuel Macron y la jerarquía institucional que el joven presidente francés subraya en cada uno de sus gestos. El jefe del Estado Mayor de los Ejércitos, el general Pierre Le Jolis de Villiers de Saintignon, ha dimitido este miércoles por los desacuerdos con el presidente sobre el presupuesto de Defensa. Las repetidas reprimendas públicas de Macron al general De Villiers reflejaban una tensión que ha resultado insostenible y han precipitado la primera crisis del jefe del Estado con el estamento militar.
El origen del conflicto son los planes presupuestarios para 2017, que contemplan un recorte de 850 millones de euros en el gasto militar, un 2,6% del presupuesto de Defensa. Los recortes se enmarcan en los esfuerzos del Gobierno de Macron y su primer ministro, Édouard Philippe, para contener el déficit. Al Ministerio de Defensa le toca un 20% del ahorro total en 2017.
En un encuentro a puerta cerrada con diputados, el miércoles pasado, De Villiers se quejó de los recortes. Son, argumentó, una dificultad añadida a las misiones que los Ejércitos franceses tienen encomendadas en Francia y en el extranjero. E insinuó que, si el Gobierno no enmendaba sus planes, dimitiría. Todo, en un lenguaje cuartelero que irritó al presidente de la República.
El jueves, en el tradicional discurso en el Ministerio de Defensa en la víspera de la fiesta nacional del 14 de julio, Macron dijo a los responsables militares: “Yo soy vuestro jefe”. Y así es, según el artículo 15 de la Constitución, que estipula: “El presidente de la República es el jefe de los Ejércitos”. Macron añadió: “Lo que me gusta es el sentido del deber, el sentido de la discreción que ha llevado a nuestro Ejército a ser lo que es hoy. Y lo que a veces encuentro difícil de tolerar en algunos sectores, todavía lo tolero menos cuando se trata de nuestra fuerzas armadas”.
El 14 de julio Macron y De Villiers desfilaron juntos en un vehículo militar por los Campos Elíseos. Macron, saludando a lado y lado. De Villiers, con el rostro pétreo. El culebrón continuó el domingo en una entrevista del presidente en el Journal du Dimanche: “Si hay algo que me oponga al jefe del Estado Mayor, el jefe del Estado Mayor cambia”, dijo Macron. La señal era clara. De Villiers debía marcharse, y es lo que ha hecho este miércoles al anunciar la dimisión.
Originario de la Vendée, la región monárquica que se rebeló tras la Revolución Francesa, De Villiers es hermano del político soberanista y conservador Philippe de Villiers. Con experiencia en Kosovo y Afganistán, el general ocupaba el cargo desde hacía tres años. El junio había renovado su mandato un año más.