La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la iniciativa presidencial de reforma que traslada la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en lo que hace a su manejo operativo y administrativo, luego de 12 horas de debate en el que el PRI no participó como orador en contra y tampoco presentó reservas al articulado como resultado de una larga negociación con Morena.
Por su lado, el PAN adelantó que presentará una controversia constitucional, una vez que el Senado apruebe la iniciativa avalada durante la madrugada y esta mañana en San Lázaro.
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La propuesta también plantea que las fuerzas armadas continúen haciendo tareas de seguridad pública. PRD y MC acusaron que la reforma militariza esa actividad. El PAN secundó esa narrativa, pese a que sus gobiernos usaron a la milicia en el mismo tipo de labores.
La reforma avalada plantea modificaciones a cuatro leyes; la Orgánica de la Administración Pública, la de la Guardia Nacional, la Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos y la de Ascensos y Recompensas de las fuerzas castrenses. Tanto en lo general como en lo particular, los partidos de oposición votaron en contra de las tres primeras, mientras en la cuarta, PAN, PRI y PRD sufragaron a favor. Solo Movimiento Ciudadano se mantuvo en contra de los cambios relacionados con la ley de ascensos y recompensas.
Al comenzar el debate, Morena y sus aliados (PVEM y PT) hicieron suya la iniciativa del Ejecutivo y el encargado de presentarla fue el coordinador del partido guinda, Ignacio Mier, quien aseguró que no se modifica el espíritu original del Constituyente que aprobó en marzo de 2019 la creación de la Guardia Nacional.
Está puntualmente establecido que la GN es una institución policíaca civil, adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadana, añadió el morenista.
Ante el pleno cameral, destacó que con la propuesta se dará certeza administrativa a los más de 113 mil integrantes del organismo, 80 por ciento de los cuales proviene de las fuerzas armadas.
PAN, Movimiento Ciudadano y PRD insistieron en que la iniciativa militariza las actividades de seguridad pública del país al criticar que se le hayan dispensado los trámites legislativos para aprobarla en fast-track.
El documento confirma que el gobierno federal está rebasado por la inseguridad y que no puede sostener la política de abrazos que no han sido suficiente para detener la ola de violencia, añadieron.
Los diputados votaron en lo general cada una de las cuatro leyes incluidas en la reforma. Los cambios a la Ley Orgánica de la Administración Pública se aprobaron con 265 sufragios a favor, 221 en contra y 2 abstenciones.
Las modificaciones a la Ley de la Guardia Nacional se avalaron por 267 a favor, 222 en contra y 1 abstención. Por lo que hace a las de la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana la votación fue de 267 a favor, 220 en contra y 1 abstención.
A su vez, los cambios a la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos fueron aprobados por 458 votos a favor de Morena, PAN, PRI, PRD, PVEM y PT; 26 en contra, la mayoría de ellos de Movimiento Ciudadano.
Durante la discusión en lo particular, se registraron 139 reservas al articulado y 71 oradores, aunque con el paso de las horas varios de ellos optaron por no subir a tribuna.
El panista Humberto Aguilar Coronado resumió la postura de la oposición al señalar que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena engañaron a los mexicanos diciendo que los militares regresarían a los cuarteles.
Subrayó que la iniciativa es violatoria de la Constitución, pues el Artículo 21 de la Carta Magna establece que las instituciones de seguridad pública, incluida la Guardia Nacional, serán de carácter civil, mientras la iniciativa faculta a la Sedena para operar y administrar al organismo. Estimó que el Senado también aprobará el documento, pero será la Corte la que determine su inconstitucionalidad.
La petista Lilia Aguilar calificó la postura opositora como falaz, pues solamente las características administrativas y organizativas de la GN pasarán a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional, pero seguirá adscrita a la Secretaría de Seguridad.
El morenista Hamlet García Almaguer resaltó que la Guardia Nacional no va a hacer lo que quiera, sino que seguirá la estrategia nacional de seguridad que determine la Secretaría de Seguridad.
Con información de La Jornada
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