Ya son más de cinco mil los profesores estimados desde que se iniciara la implementación de este instrumento en el año 2003, la que no ha estado exenta de polémicas. A nivel local la historia no es distinta.
La Unión.- Desde que se comenzó a aplicar, el segundo semestre del año 2003, la Evaluación del Desempeño Profesional Docente ha generado varias reacciones. Este sistema, que se aplica en el sector municipal, a nivel nacional, nace a partir del acuerdo tripartito que suscribieron el Colegio de Profesores, el Ministerio de Educación y la Asociación Chilena de Municipalidades, durante ese mismo año, como parte de un grupo de acciones que apuntan al desarrollo de la profesión docente y al mejoramiento de la calidad de la educación en Chile.
El sistema de evaluación se lleva a cabo mediante la aplicación de cuatro instrumentos: el Portafolio de Evidencias Estructuradas, que contiene escritos y la filmación de clases; la Pauta de Autoevaluación, la Entrevista Estructurada al Docente Evaluado y el Informe de Referencia de Terceros, realizado por el director del establecimiento y el jefe de la Unidad Técnico Pedagógica.
La principal característica de este sistema es su carácter formativo, lo que significa que la información que se entrega a los docentes permite que éstos conozcan, a través de los informes de resultados, el detalle de su desempeño. Por lo tanto puede identificar sus fortalezas y los aspectos en los que puede mejorar.
La evaluación docente se aplicó en La Unión con buenos resultados. La comuna fue elegida y aceptada para realizar este instrumento de medición, porque así fue decidido democráticamente por los docentes del sistema, según una consulta efectuada por el Colegio de Profesores. El modelo consensuado pretende que los beneficiarios sean, en primer lugar, los propios docentes y luego los alumnos e indirectamente, los sistemas de educación municipal.
Sin embargo, y al igual que en el resto del país, la evaluación ha provocado cierto recelo y división dentro del gremio y el profesorado se ha mostrado dividido frente a los supuestos resultados positivos de este trabajo.
María Yolanda Solís González, profesora rural de Daglipulli señaló a El Ciudadano que “no me gusta la evaluación, porque no considero justo que seamos evaluados por nuestros pares. Preferiría que lo hiciera un académico, porque siempre existe el celo profesional y la envidia. Además, en el campo es muy distinto a la ciudad. El Colegio de Profesores no ha respondido como corresponde. Que el señor Bitar antes de calificar, vea primero la extrema pobreza de los alumnos del país. Que se contraten más asistentes sociales en vez de seguir evaluándonos a nosotros. Todos los años tenemos perfeccionamientos, para qué seguir gastando dinero en evaluarnos. Yo pienso que aquí todo es en base de la política. Que se preocupen de las bases y no de las ramas. Una solución concreta es preocuparse de alimentar a los niños. Hacer un trabajo más integral.”
Sergio Gallardo, Director del Departamento de Administración de Educación Municipal, comenta que este paso pone a los profesores en una posición difícil ya que hay “distintas visiones respecto de la efectividad del proceso y al cuestionamiento social al que son expuestos los docentes del sistema municipal”. Sin embargo también comparte la opinión de que la evaluación docente “técnicamente, puede estar bien estructurada, sin embargo, por sí sola, no resuelve el problema de la calidad de la educación, que es un argumento central de su aplicación”.
Respecto a su efectividad, Gallardo dijo: “Efectivo ¿para qué? Nuestra experiencia nos dice que es un instrumento adecuado; no obstante, no puede garantizar el compromiso del docente con los resultados de sus alumnos”.
Cabe destacar que hace unos meses, cuando se dieron a conocer los resultados del proceso 2004 , en que se evaluó a más de 1700 docentes voluntarios, la noticia de que un tercio de ellos resultó «insatisfactoriamente calificado» preocupó a autoridades y profesores.
Luisa Boisset, profesora de El Maitén, indicó que la estimación “puede ser efectiva ya que me indica en qué estoy fallando y me entrega una buena herramienta para saber en qué me equivoco. No me quejo tampoco porque acá en La Unión hay buena calidad en el aspecto de la comunicación con el Daem. Hoy en día la educación en el país es bastante heterogénea. Creo que los resultados de estas encuestas son a largo plazo y serán buenos.”
Respecto a cuando se verán, en la práctica los resultados, el director del Daem indicó que “en términos del objetivo final (esto es, de mejorar la calidad de la educación) sólo en el mediano y largo plazo, puesto que los resultados en educación sólo se pueden apreciar después de un período más o menos prolongado de tiempo”. Para finalizar señaló que entre las múltiples medidas adoptadas, habrá un Plan de Superación Profesional para los docentes evaluados insatisfactoriamente.