La Convención Republicana comenzó este lunes en Cleveland, Ohio, en un momento en el que Estados Unidos está sumido en tensiones raciales por la muerte de dos afroamericanos a manos de agentes a comienzos de mes, el tiroteo en Dallas que dejó cinco agentes fallecidos y el reciente asesinato de tres policías.
Durante la tarde, una protesta en contra de la nominación del magnate neoyorquino Donald Trump tomó el protagonismo del evento, en el que hubo un clima de desorden y tensión durante varios minutos.
Los delegados querían forzar una votación de los 2,474 delegados con el fin de decidir un cambio de las reglas de la convención que podría denegar la nominación del ganador de la primaria.
El congresista de Arkansas Steve Womack, que presidía el proceso, sometió la moción a voto de noes y síes y decidió que carecía de apoyo suficiente. Molestos, los delegados rebeldes corearon: «votación nominal», algo que fue desestimado.
Los republicanos antiTrump debían obtener las firmas de la mayoría de los delegados en siete estados, y a pesar de que al final alcanzaron el apoyo necesario en nueve estados, el entorno de Trump presionó a varios delegados para que retiraran sus firmas.
El presidente de la convención anunció que tres de los nueve estados «no llegaban» a las firmas necesarias.
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