Alemania y Rusia continúan acercándose en materia económica, sorteando incluso las sanciones unilaterales aplicadas por Washington y Bruselas contra Moscú.
El gobierno norteamericano ha implementado sanciones contra Rusia por la anexión de la península de Crimea en 2014 y por la supuesta injerencia de la nación euroasiática en la campaña electoral de Estados Unidos (EE.UU.) en 2016.
Estas medidas unilaterales comprenden la congelación de activos de entidades y empresas rusas y la prohibición de establecer cualquier tipo de negocios o transacciones financieras con los sancionados.
Sin embargo, Alemania ve en Rusia un socio estratégico en materia económica y el comercio binacional experimenta un crecimiento. En 2018 el intercambio entre ambos países fue 69.000 millones de euros, pero aún esta cifra es 25% menor que los índices registrados en 2014.
Daños a Alemania
Las medidas comerciales impuestas contra Moscú también han golpeado a los empresarios alemanes que han perdido terreno en este mercado.
Según las estimaciones del Instituto de Economía Mundial de Kiel, cada mes la economía alemana pierde 727 millones de dólares —lo que equivale a un 0,8% de las exportaciones— como resultado de las medidas antirrusas.
Por su parte la Cámara Ruso-Alemana de Comercio Exterior advirtió que la aplicación de nuevas sanciones pueden llevar a una pérdida de miles de millones de euros a corto plazo.
«Si para las empresas alemanas y estadounidenses será cada vez más difícil hacer negocios en Rusia, las compañías asiáticas, en particular, chinas, empezarán a ocupar su lugar», advirtió el portavoz de Cámara, Matthias Schepp.
Incluso el presidente del Comité Alemán para las Relaciones Económicas con el Este, Wolfgang Buchele, planteó que resulta imprescindible encontrar una posibilidad de hacer frente a las restricciones al comercio con Moscú.
«Es una petición, eso sería favorable tanto para Rusia como para Europa y para la economía global en general”, dijo.
Relaciones comerciales Alemania y Rusia
Pese a las restricciones y sanciones, el ministro alemán de Economía y Energía, Peter Altmaier, afirmó este miércoles que Berlín y Moscú deberían ampliar sus relaciones económicas.
El funcionario se refirió al desarrollo económico y tecnológico alcanzado por Rusia en los últimos años y señaló que las relaciones comerciales entre ambas naciones tienen un gran potencial de crecimiento.
«Rusia se convierte en una exportadora de bienes, se convierte en exportadora de productos de alta tecnología que se fabrican en otros países del mundo. Y Rusia tiene un gran potencial, un gran número de especialistas altamente educados que pueden contribuir a ello», indicó citado por Sputnik.
Sus declaraciones confirman la decisión de Alemania de mantenerse al margen de las sanciones contra Rusia impuestas por la Unión Europea (UE) y la Casa Blanca.
Ante la presión de Estados Unidos, los miembros de la UE aprobaron en febrero pasado extender las sanciones individuales contra Rusia por supuestamente violar, la integridad territorial de Ucrania.
En esa oportunidad, Altmaier declaró :“La UE estaba unida, pero debemos trabajar para cambiar las relaciones políticas de manera que algún día tomemos otras decisiones”.
Fábrica de vehículos alemanes en Rusia
El pasado 3 de abril, el ministro alemán, viajó a Moscú para participar junto al presidente ruso, Vladimir Putin, en la ceremonia de inauguración de una nueva planta de la empresa germana Daimler AG para fabricar automóviles sedanes y camionetas SUV Mercedes para abastecer al mercado local.
“Es un proyecto experimental que demuestra una vez más que la economía de Rusia puede desarrollarse aún más exitosamente. Y debemos asegurarnos de que los conflictos terminen, pero al mismo tiempo debemos expandir nuestras relaciones económicas, los lazos en beneficio de las personas”, indicó.
El plan de inversión de la empresa alemana es de 281 millones de dólares y prevé crear 1.000 empleos y la La vocera del ministerio alemán de Economía y Energía, Annika Einhorn, señaló que la visita a Moscú permite buscar nuevas»oportunidades y desafíos para las empresas alemanas en Rusia».
Por su parte, Dieter Zetsche, presidente de la junta directiva de la empresa automotriz, indicó que la nueva fábrica representa una «nueva etapa» en los negocios de Daimler en Rusia.
¿Cómo eludir las sanciones?
Daimler es el tercer fabricante de automóviles alemán que invierte en su propia base de producción en Rusia. Fue precedida por BMW (con una planta en la región de Kaliningrado) y por Volkswagen (con una fábrica en Kaluga, al suroeste de Moscú).
A través de la inversión directa en Rusia, los fabricantes de automóviles alemanes pueden eludir las contrasanciones impuestas por Moscú.
“Las agencias gubernamentales tienen prohibido comprar automóviles oficiales de países que han impuesto sanciones antirrusas. Pero los vehículos producidos en Rusia son considerados nacionales y, por lo tanto, la prohibición no se les aplica”, refiere Sputnik.
La instalación en Rusia resulta rentable para las empresas alemanas, debido al mayor valor del euro frente rublo.
Avances del Nord Stream 2
A pesar de los obstáculos impuestos por Washington, el proyecto insignia alemán-ruso Nord Stream 2 está avanzando de acuerdo con lo planeado.
Según la compañía, aproximadamente un 70% del oleoducto submarino ya se ha instalado, aunque todavía no cuentan con la aprobación para instalar las tuberías cerca de Dinamarca.
El Gobierno danés ha retrasado la decisión por varios meses, debido a la presión de Estados Unidos. Sin embargo, los representantes de Nord Stream, confían en que «pronto» recibirán el permiso para seguir avanzando.
El proyecto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, prevé el tendido de dos tuberías para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.
Se trata de un macroproyecto que costará más de 9.500 millones de euros. El plan es tender, para que funcione en paralelo al gasoducto Nord Stream 1, una tubería de 1.224 kilómetros de largo por el fondo marino que una la salida de Rusia al mar Báltico con la costa nororiental de Alemania, sin necesidad de pasar por territorio ucraniano o de cualquier país de Europa del Este
La infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa , obtener una reducción en los costos y elevar la seguridad energética.
Al frente de este importante proyecto se encuentra la empresa gasífera rusa Gazprom y otros grupos energéticos alemanes como Uniper y Wintershall, la austriaca OMV, la francesa Engie y el gigante anglo-holandés Shell.
El proyecto cuenta con la férrea oposición de Estados Unidos, que busca vender a Europa su gas natural licuado, así como de Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso por su territorio.
Incluso, el embajador de EE.UU. en Berlín, Richard Grenell, envió cartas a varias empresas alemanas en las que advierte de «un gran riesgo de sanciones» para las que participen junto con Rusia en el proyecto.
Al respecto, el ministro Peter Altmaier ha dejado claro que la infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa y elevar la seguridad energética.
“Contribuirá a garantizar los suministros de gas a Europa en unos tiempos cuando se reducen las importaciones de gas de Noruega y el Reino Unido mientras crecen las necesidades en Alemania y en Europa Occidental por la reforma energética y la renuncia al carbón y la energía nuclear”, indicó el funcionario alemán.
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