El voto latino será una de las claves a considerar en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos del 8 de noviembre. Tanto el candidato republicano, Donald Trump, como la candidata demócrata Hillary Clinton, han planteado propuestas para alrededor de la inmigración.
Clinton ha prometido regularizar los inmigrantes a través de la creación de un sistema migratorio más claro, en el que los inmigrantes con “casos compasivos” o un historial de servicio comunitario puedan recibir un estatus especial. También prometió eliminar los centros de detención familiar, que retienen a familias de inmigrantes sin documentos, incluyendo bebés y niños, durante semanas e incluso meses en los que los activistas definen como condiciones carcelarias, en lo que esperan su proceso legal.
El relación a la asistencia social, la candidata tomó el compromiso de hacer accesible a todos los niños el acceso a educación preescolar, cuyo costo es elevado en este país. También abogó por establecer una baja maternal pagada, y hacer más accesible el acceso a la universidad.
Junto con eso, declaró luchar para incrementar el sueldo mínimo y propone un aumento del salario a 12 dólares por hora frente a un actual valor de 7,25 dólares.
Finalmente quiere trabajar para poner fin al racismo institucionalizado: «Impulsaremos una transformación de la sociedad que deje claro que las vidas de los negros sí importan y que no hay lugar para el racismo en nuestra sociedad», declaró Clinton.
Muros, prohibiciones y bloqueos
Por su parte, Donald Trump, desde el Partido Republicano defiende la construcción de un muro fronterizo con México para taponar los flujos de inmigración clandestina, y expulsar a los inmigrantes indocumentados, una medida que podría afectar a más de 11 millones de personas.
El magnate neoyorquino también apuesta por bloquear las remesas, una propuesta iniciada en abril para presuntamente hacer que México pague por el muro y que consiste en modificar una norma dentro de la ley antiterrorismo para cortar los envíos de dinero a México hasta que se realice el pago.
Con todo, el objetivo final de Trump es dificultar el ingreso a EEUU de los latinos y otros inmigrantes aumentando el coste de los visados, terminando con las prestaciones sociales para ellos y exigiendo a los solicitantes de entrada en el país un certificado de que pueden pagar su propio alojamiento, su propia atención sanitaria y otras necesidades antes de llegar a Estados Unidos.
Otra controvertida medida es la prohibición de todos los musulmanes -que recientemente amplió a la prohibición a todos los inmigrantes procedentes de «naciones vinculadas al terrorismo islámico»- a entrar dentro del territorio norteamericano.