El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, nombró este miércoles un nuevo jefe ejecutivo de su campaña política. Eso después de la continua caída de su candidatura en las encuestas tras semanas de polémicas y acusaciones.
El elegido fue Stephen Bannon, una de las figuras más reconocidas de la denominada «derecha mediática» y que comparte la idea de dar un estilo agresivo a la campaña de los republicanos.
Bannon es empresario de medios, cineasta, ex oficial de la Marina estadounidense, ex banquero en Goldman Sachs y actualmente el director de Breitbart News, un medio reconocido por sus abiertos ataques hacia los demócratas y al establishment republicano, dos sectores opuestos a Trump. La revista Bloomberg Business Week lo definió el año pasado como «el agente más peligroso de la política americana».
Bannon es también co-fundador del Instituto de Rendición de Cuentas del Gobierno, el cual impulsó investigaciones periodísticas sobre Clinton y el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, por el uso indebido de fondos públicos con objetivos partidarios.
«Quiero ganar. Por eso traigo a unas personas fantásticas que saben cómo ganar y aman ganar«, dijo el candidato republicano al periódico The Wall Street Journal.
Según los analistas, Trump debió elegir entre dos caminos: mostrarse más moderado para evitar el crecimiento de su imagen negativa en ciertos sectores del electorado o por el contrario, dar «vía libre» a su carácter. Sin dudas, el cambio en su equipo y la elección de su nuevo jefe de campaña indica que el magnate eligió la segunda opción.
El nuevo nombramiento deja afuera de las decisiones al otro jefe de campaña, Paul Manafort, quien debía moderar las actitudes del magnate neoyorquino para llegar a la presidencia. Manafort, que en los últimos días ha sido noticia por acusaciones de recibir cobros de una facción prorrusa en Ucrania, no abandonará la campaña, pero su papel será menor.
Junto con Bannon, el ascenso también llegó a la asesora Kellyanne Conway, quien ahora asciende al rango de gerente de campaña.
Por su parte, los demócratas no tardaron en referirse a los nuevos nombramientos en el equipo de Trump y volvieron a alertar sobre «el ascenso de la extrema derecha» en la política estadounidense.
Trump, a quien en otro momento las encuestas le daban el empate con Hillary Clinton, está hoy seis puntos por detrás en intención de voto y su imagen sigue siendo desfavorable para más del 60% de los consultados en los sondeos.
Este es el segundo cambio que el magnate neoyorquino hace en sus filas. En la recta final de la precampaña, el pasado mes de junio, despidió a Corey Lewandowski como jefe de campaña, acusado de haber agredido a un periodista.