Los análisis y opiniones sobre el debate presidencial previo a las primarias del pacto Nueva Mayoría han proliferado fecundamente en los medios de comunicación radiales, televisivos, escritos y redes sociales. Algunos proclaman vencedora a Bachelet, otros a Gómez, unos pocos a Orrego y otros a Velasco. Muchos señalan que se trata simplemente de ofertones de campaña que nunca se cumplen, que ya estamos cansados de ellos y que todos mienten.
Pero más allá de si creemos o no en las promesas y posiciones de los candidatos, el debate televisivo que reunió a los cuatro contendores de las primarias de este nuevo pacto, muestra algo que consideramos de suma importancia.
Lo que más destaca dice relación con los temas abordados por el show y los políticos. Años atrás era impensado escuchar a quienes pretenden sentarse en el sillón presidencial, plantear cambiar la Constitución mediante una Asamblea Constituyente, poner fin a las AFP, legislar sobre el aborto y el matrimonio igualitario, así como proclamar la gratuidad de la educación para todos, desmunicipalización de por medio.
Repetimos que, independiente de si creemos o no en estas promesas, por acá la tendencia es a la incredulidad, lo importante es que estos temas se están tocando, y esto no es en absoluto mérito de los políticos que llenan sus bocas con estas palabras, sino un importante pero aun incipiente avance del pueblo de Chile que ha podido instalar, sangre en las calles de por medio, estos temas en la agenda mediática. En este sentido los candidatos no hacen más que intentar adueñarse de un discurso ajeno para desesperadamente conseguir votos y así perpetuarse en el poder.
Otro elemento importante a considerar es la definitiva muerte de la Concertación. Al inventar este nuevo pacto político, queda de manifiesto que la Concertación ya expiró y que no es capaz de concitar los apoyos necesarios para asumir la presidencia. Y si bien sus próceres aún no han declarado la muerte de la coalición que conocíamos y quizás nunca lo hagan, el muerto expende su fétido olor hace ya bastante tiempo. Con esta Nueva Mayoría que de mayoría no tiene mucho al excluir a grandes sectores del pueblo de Chile, han lanzado la última palada de tierra sobre el ataúd de la vieja concerta.
El Ciudadano