El desplome de ME-O en la encuesta CADEM (El 80% dice que no tiene ¡NIUNBRILLO!)

Hace apenas cinco días, la Encuesta CEP (que es cuestionable y no es una verdad universal) ya daba cuentas de cómo Marco Enriquez-Ominami se estaba yendo a pique dentro de la credibilidad nacional a razón de unas platitas que le pidió a SQM. En su momento, hice el alcance de que esa encuesta se realizó incluso antes de que Marco fuera citado a declarar a la fiscalía y se mandara el numerito de -en vez de salir piola- salir «retando a un duelo» a Piñera.

De verdad yo me imagino al asesor diciéndole: «Marco, emplea la psicología del marido malo para que los medios hablen de tu valerosa forma de emplazar a don Piñi, antes de que salgas como un caco». Pero lo cierto es que portarse mal y salir echándole foca al mundo no es buena política, como tampoco lo es llegar curao a la casa a las 9 de la mañana y puteando al Transantiago o a lo que sea.

Finalmente, parece que tenía razón en eso de que se veía mal lo que estabas haciendo y es ahora la encuesta CADEM la que te castiga: Es más, hicieron un apartado contigo en la encuesta:

Es claro que fuiste el tema de la semana, Marco, ¿qué esperabas? Aunque te podemos conceder el hecho de que quizás era un poco excesivo el hacer un apartado y no optar por seguir cuchufletiando tu nombre entre los clásicos de siempre. Sin embargo, nos guste o no, ya se hizo y los resultados fueron lapidarios:

Vale mencionar que en la última CEP pasó que Marco cruzó del lindo 42% de aprobación que tenía en Agosto de este año, a un 33% que ya no es tan bonito. Pero en esta CADEM la cosa se puso mucho peor. A penitas un 14% de los encuestados le cree a ME-O y es el 80% de los encuestados que no le creen ni lo que reza.

Más encima, preguntaron sobre las explicaciones que Marco ha dado sobre el caso SQM y el 80% considera que son insuficientes. Y es que insisto en que la estrategia de Enrique Correa -de decir que todo es legal- nos vale callampa a todos. NO ES BUENA ESTRATEGIA.

Enrique Correa, el lobista favorito el poder.

Porque más allá de lo legal que pueda ser, es asqueroso de todas formas.

Honestamente, yo lo siento harto. Porque dentro de la política chilena, Marco era una idea diferente de los viejos estandartes de la Izquierda concertacionista que se pasó a guano cuando mantuvieron las AFP, no recuperaron las empresas estatales, no fomentaron la industria nacional, no recuperaron la educación, que en Chile fue siempre gratuita hasta que nos aplastó la dictadura y cuando negociaron la democracia con los torturadores creando cárceles de lujo y dejando a los familiares de las víctimas y a los victimarios en un anonimato demasiado largo.

Marco fue una oportunidad. Pero no tuvo que pasar demasiado tiempo para que todo se fuera al carajo.

Si me hubieran preguntado a mí, yo tampoco le creo nada.

Finalmente quisiera concluir diciendo que a ratos parece desmedido que se haga una encuesta en la que varias preguntas están enfocadas directamente en tu persona. Pero «me como un Griego y se me pasa». Esto de la vinculación de la política con la empresa privada ha sido bien terrible después de todo. Es bien fuerte mirar hacia atrás y darte cuenta de que muchas de las políticas estatales que otrora eran inentendibles, como la ley de pesca, ciertas políticas ambientales, lo que pasa con las AFP y las Isapres, la Educación Privada, hoy se pueden explicar fácilmente bajo la explicación de la retribución de favores. A penas se ha destapado SQM y Penta, pero seguro si nos ponemos a excavar más profundo vamos a encontrar a las pesqueras y a las forestales financiando diputados y senadores por determinadas regiones del sur y empresas mineras en el norte, como en el caso de Fulvio.

Es deprimente ver que hubo gente que creyó en un Chile distinto y que murió por eso. Miguel Enriquez mediante. Y es horrible ver que no sirvió de nada y que la democracia culera que tenemos no fue más que una pantalla y que estamos en una transición muy, pero muy larga.

¿Qué tendremos que hacer para recuperar el congreso? ¿Qué podemos hacer para limpiar nuestra política?

¿O sólo nos queda resignarnos y decir «así es la vida»?

Viste Marco, ¡tantas preguntas!

Si no le hubieras pedido plata a Ponce Lerou podríamos haber dicho que viene una nueva generación en la política y que las cosas iban a cambiar. Pero ahora, por tu culpa, dan ganas de sentarse a esperar y ver cómo caen Jackson y Boric que son lo mejor que va quedando del congreso, porque da la sensación de que no falta mucho tiempo para que también se echen a perder.

Como bien decía el Punk: No future.