Este viernes se informó del fallecimiento del exsubsecretario del Interior Belisario Velasco, un hombre clave de la Concertación durante los primeros años de la transición a la democracia y uno de los artífices de «La Oficina», la unidad de inteligencia política dedicada a desarticular movimientos armados de izquierda entre 1991 y 1993.
El Consejo Coordinador de Seguridad Pública( CCSP) -nombre oficial que recibió «La Oficina»- fue creado el 26 de abril de 1991 por orden del entonces presidente Patricio Aylwin: a inicios de ese mes, el asesinato del senador Jaime Guzmán (UDI) a manos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez había generado una enorme crisis al interior del Gobierno, al cual se le acusaba de no poder garantizar la estabilidad política tras la dictadura.
Tras el asesinato de Guzmán, el presidente Aylwin encargó personalmente a Belisario Velasco, su subsecretario del Interior, que detectara y desarticulara a los grupos armados que operaban en el país. Para esto mandató la creación de un «consejo asesor» cuyo objetivo sería proponer estrategias y medidas relacionadas con la seguridad pública y el combate contra el terrorismo.
«Me encargó (Aylwin) especialmente que desarticulara los movimientos armados que había en el país: el Frente Patriótico, el Lautaro, lo que quedaba del MIR, los sectores descolgados de la DINA, de la CNI… en fin. Y se cumplió», contaba Velasco en una entrevista de 2016.
Si bien el decreto 363 publicado por el presidente Aylwin hablaba de un «consejo asesor», la realidad es que La Oficina era una unidad de inteligencia civil que intercambiaba información con Carabineros y la Policía de Investigaciones, además de funcionarios del Ejército. Según contaron personas que fueron detenidas debido a las operaciones de La Oficina, los métodos utilizados por sus funcionarios no eran muy diferentes a los de la dictadura: agentes infiltrados y torturas eran comunes para sacar información de los presidiarios.
«En el período de Patricio Aylwin se torturaba a las personas para arrancarles confesiones», contó en una entrevista el documentalista y expreso político José ‘Pepe’ Burgos, uno de los primeros detenidos por el asesinato de Jaime Guzmán.
A pesar de que más tarde se probaría su inocencia en el homicidio y sería dejado en libertad, Burgos contó que durante los diez días que estuvo detenido en los sótanos de la Tercera Comisaría de Carabineros fue sometido a torturas «salvajes», las cuales incluyeron el desprendimiento de ligamentos en hombros y muñecas, la pérdida y quebradura de piezas dentales, ahogos por el impacto de chorros de agua desde una manguera e incluso un paro respiratorio. Tras las torturas, fue interrogado por Marcelo Schilling, secretario de la oficina y actual diputado del Partido Socialista.
La Oficina fue disuelta en abril de 1993, tras dos años de funcionamiento. Ese mismo año la Dirección de Seguridad Pública e Informaciones (DISPI) asumió las funciones que antes realizaba el «consejo asesor» creado por Patricio Aylwin y Belisario Velasco y, el 2004, la Agencia Nacional de Inteligencia se transformó en el organismo encargado de las operaciones de inteligencia en Chile.