El Estado tiene miedo

Mientras participaba en el Parlamento de Koz Koz, el jurista habló sobre por qué el Gobierno no reconoce la opresión y represión contra el pueblo mapuche.

La comunidad mapuche encargó al ex magistrado Juan Salvador Guzmán Tapia, el juez que procesó al dictador Augusto Pinochet, la defensa de su causa, ya que fue investido como «werkén» (vocero) de los lafquenches pescadores en la zona de Mehuín, para oponerse a la construcción de un ducto que descargará en esa bahía los desechos líquidos de la fábrica de celulosa de Celco (de Angelini) en Valdivia.
El jurista, que abandonó su carrera judicial hace casi 2 años, se ha convertido en un activista en pro de los derechos humanos y firme defensor del pueblo mapuche. Actualmente es el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central, donde compagina las clases de Derecho procesal con sus gestiones en defensa del movimiento mapuche, que desde hace siglos sufre la opresión y la represión del Estado.
El juez afirma que en los últimos años, numerosos dirigentes y miembros de esta comunidad mapuche han sido arrestados, procesados y condenados a penas de hasta 10 años de prisión por las ocupaciones simbólicas y pacíficas de sus antiguos territorios. Lo que supone, en su opinión, una aplicación abusiva y exagerada de las leyes, cuando en realidad estas transgresiones deberían ser contempladas como faltas y sancionadas con multas o arrestos.
Guzmán Tapia ha señalado que la actuación de la policía es brutal: “Irrumpe periódicamente en las aldeas mapuches, con la excusa de buscar armas. Allana las casas y se lleva sus pertenencias. En el mejor de los casos consigue decomisar, como única prueba, un cuchillo afilado, un machete, instrumentos utilizados por los campesinos para sobrevivir en la zona. Ésta es en muchas ocasiones la excusa para detenerlos y aplicarles leyes de corte antiterrorista”.
El werkén Guzmán participó en el Centenario del Parlamento de Koz Koz, actividad indígena realizada el mes pasado en la localidad de Panguipulli, ciudad donde en 1970 ejerció como juez. Allí expuso frente a más de un millar de personas las demandas de los pueblos originarios.
“Reuniones como ésta, son una forma de unir a los mapuche con los huincas, y de irnos conociendo más y demostrándonos las necesidades, y también ir acusando los abusos de los cuales han sido víctimas durante tantos siglos. Creo que estas reuniones son fundamentales para estrechar lazos y conocernos mejor”, dijo Guzmán.

-¿Qué hace Juan Guzmán en Koz Koz?
-Estoy aquí invitado por el werkén Jorge Hueque, justamente porque cuando me invistieron en Mehuín y luego Curiñanco me invitó a venir a este evento tan extraordinario, del Centenario del Parlamento de Koz Koz. En un comienzo pensé que era muy difícil venir por mis compromisos como decano y por el financiamiento del viaje. Pero, finalmente pensé en el valor histórico que tenía y el valor emocional que significa estar en el corazón de nuestra patria y vine aquí. Al mismo tiempo, pienso que es una de mis primeras actuaciones como werkén, ya que en un momento pude explicar lo que era el hecho de que salgan los riles por la caleta de Mehuín.

-¿Por qué el Estado no reconoce la opresión y represión que ha desplegado sobre el pueblo mapuche?
-El Estado tiene miedo. Porque le tiene miedo a las transnacionales, a los dueños de los fundos, le tiene miedo a las celulosas. Obviamente es un tema que no le interesa tratar.

-¿Cree usted que el pueblo mapuche quiere el reconocimiento constitucional del Estado?
-Creo que lo que quieren es tener identidad y quieren vivir su identidad en todas las manifestaciones culturales, religiosas y lingüísticas.

– ¿Qué está haciendo hoy por Mehuín?
– Estoy en contacto con veedores de Finlandia, con científicos de Santiago, estoy viendo alternativas de cómo hacer que aquellos riles se viertan en un circuito cerrado. Al mismo tiempo estoy como columnista en distintos periódicos a nivel nacional e internacional.

Mauricio San Cristóbal