El FBI inició una investigación para determinar si el presidente de Estados Unidos ( EE. UU), Donald Trump, trabajaba “secretamente” para Rusia, después de que el mandatario despidiera al entonces director de ese cuerpo de inteligencia, James Comey, reveló este sábado el diario The New Yor Times.
De acuerdo al rotativo, que cita de manera anónima a exfuncionarios del FBI y otras fuentes cercanas a la investigación, la cúpula de la agencia de inteligencia estaba “preocupada” por el comportamiento de Trump tras el despido de Comey. Especialmente por dos ocasiones en que el Jefe de Estado vinculó la destitución de Comey a la investigación sobre Rusia.
“Se preocuparon tanto por el comportamiento del presidente que comenzaron a investigar si había estado trabajando en nombre de Rusia contra los intereses estadounidenses”, apunta el periódico.
Los investigadores debían considerar si las acciones de Trump constituían una posible amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. e intentaron determinar si el mandatario estaba trabajando a sabiendas para Moscú o si, sin saberlo, había caído bajo su influencia.
El FBI también evaluó si Trump había cometido obstrucción a la justicia con el despido de Comey, dado que el propio presidente vinculó al funcionario con la investigación de la conocida como “trama rusa”.
Según las fuentes consultadas por el diario, en el FBI sospechaban sobre vínculos del Mandatario con el Kremlin desde 2016 cuando estaba en medio de su campaña para llegar a la Casa Blanca. Sin embargo en esa oportunidad decidieron no dar curso a una indagatoria, debido a la dificultad para proceder en un escenario de tal magnitud, como son las elecciones presidenciales.
Trump levantó sospechas cuando pidió a Rusia que piratease los correos electrónicos de la candidata demócrata a la presidencia de EE.UU., Hillary Clinton, durante una conferencia de prensa en la campaña electoral.
Asimismo, se negó a criticar a Moscú y elogió en varias ocasiones al presidente ruso, Vladímir Putin, que es contrario a los intereses norteamericanos.
“Las fuentes del Times argumentaron que la preocupación del FBI creció cuando el exespía británico Christopher Steele reunió información comprometedora sobre Trump que aseguraba que la inteligencia rusa le había contactado con el objetivo de chantajearle en el futuro y lograr su apoyo en diversos asuntos de política exterior”, reseña el diario La Vanguardia.
El fiscal especial Robert Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente del Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y el Moscú, al que las agencias de inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016 a favor del candidato republicano y de un supuesto delito de obstrucción a la justicia.