El Partido Comunista es como el amigo de la infancia, que sin destreza para el fútbol, era puesto en arco con el fin de que mirara el partido desde lejos y no entorpeciera el juego de los demás, de las pocas jugadas que le tocaba presenciar, más de alguna era gol en su propio arco.
Antes de ayer se sellaron los primeros acuerdos para la Reforma Tributaria, que ha sido presentada como uno de los pilares estructurales del santo Programa de Gobierno, ¿Y qué ha sucedido?, el PC no estaba invitado. No es de extrañar en todo caso, nuestro PC no es más que un invitado, que está donde está por las circunstancias que se fueron fraguando durante el Gobierno de Piñera, más allá de todos los apoyos indirectos a la concertación durante décadas.
Algo que se ha dejado ver, es que la Nueva Mayoría puede existir sin la necesidad del PC, que sus cambios estructurales pueden llegar a puerto con o sin ellos, ya que los acuerdos entre partidos y sobre todo con la oposición no son difíciles de llevar a cabo ¿Y cómo no iba a ser esto posible sí existe una continuidad de las personas en los cargos del congreso?, no se puede hacer la guerra todos los días a aquellos con los cuales comes. ¿Qué cambió entonces desde los tiempos de la Concertación? La forma, no el contenido.
Incluso si el PC llegase a objetar el acuerdo, sus votos poco y nada pueden hacer cambiar la situación. El Partido Comunista se encuentra en una situación de nula efectividad, que podría transformarse en una doble derrota si la Reforma a la Educación logra consenso sin ellos.
Uno debería comenzar a preguntarse ¿Cuánto tiempo durará esta relación?, e incluso una pregunta planteada a largo plazo ¿Cuánto ha perdido el PC al integrar la Nueva Mayoría? La última pregunta no tendrá respuesta hasta que el mismo PC no logre delimitar a qué aspira, sin caer en las aspiraciones meramente pragmáticas y propagandísticas, lo cual significa pensar las bases teóricas que mueven al partido. A menos claro está, que él sepa que no puede desempeñar ningún papel en la historia, más que ser el arquero de las pichangas de barrio.
En otras palabras, el Partido Comunista ha ingresado a la Nueva Mayoría como el segundo Partido instrumental después del PPD, olvidando lo que Recabarren dijo una vez -Un representante comunista no va al Congreso a hacer política, a “cooperar con los burgueses, a pedir empleos, a mendigar sueldos, o a intrigas entre pasillos”.- de lo contrario es mejor que el Partido se desvanezca en el aire y de paso a otra cosa.
Por Guillermo Barrera T.