Estaba algo apartado del acontecer político. No se sabía mucho de él, menos si se trataba de temas relacionados a Renovación Nacional (RN), partido que presidió durante ocho años. Pero algunos militantes de la colectividad le solicitaron su regreso, y ahora sabemos postulará en la lista presidida por Cristián Monckeberg.
Larraín regresa ad portas de las campañas presidenciales. De hecho, es uno de los que está detrás de la decisión del senador Manuel José Ossandón de participar en las primarias de Chile Vamos para elegir candidato presidencial. Esa cercanía con el ex alcalde de Puente Alto es justamente la que no tiene con Sebastián Piñera, una de las cartas potentes de la derecha para volver en gloria y majestad al Palacio de La Moneda. Respecto al ex presidente, Larraín cree que este debiera anunciar si es que va o no a la elección antes de marzo del próximo año, fecha que fijó Piñera para decidirse sobre su candidatura.
A comienzos de este año Las Últimas Noticias hizo una entrevista que marcó la vuelta de Carlos Larraín a las páginas de los matutinos. En ella, el ex senador contó que se sentía dolido por el aprovechamiento político de algunos a partir del accidente protagonizado por Martín Larraín, su hijo, luego de atropellar a un transeúnte en un camino de Curanipe –“fue para pegarme a mí”, dijo a partir de los comentarios recibidos en su contra. Por los malos ratos ocurridos con ese suceso no tenía planes para regresar a la primera línea de la política. A un año de la elección presidencial, algo lo hizo cambiar de opinión.
Para las fechas de las municipales pasadas tuvo algunos encuentros en Santiago. En esa ocasión, informó La Tercera, Larraín sostuvo reuniones con Mario Desbordes –dirigente histórico de RN– y con Baldo Prokurica y Andrés Allamand. Con estos últimos dos los unía la mirada escéptica respecto al liderazgo de Cristián Monckeberg a cargo de la tienda.
A días del cierre de la inscripción de las listas, algunos decían que sí estaba dispuesto a encabezar una opción para competirle a la directiva actual. Sin embargo, en las últimas horas trascendió que Cristián Monckeberg decidió agregar al supernumerario del Opus Dei a su lista, en un hecho que algunos ven como una derrota por parte del actual presidente. Esto último dejará a Larraín en una posición privilegiada para manejar sus influencias dentro del partido.
El señor
Tiene una estancia de más de 90.000 hectáreas en Magallanes. Un artículo del suplemento extinto El Semanal, cuenta que ahí vigila a sus ovejas, arría las vacas y saca a pasear a sus invitados arriba de una camioneta para mostrarles la belleza de sus tierras.
Está rodeado de riquezas desde su nacimiento, pero su matrimonio con Victoria Hurtado las multiplicó (la fortuna de ella está avaluada en US$250 millones, según un artículo de El Mostrador). La abundancia le ha permitido ser un financista histórico de RN.
Es católico y supernumerario del Opus Dei, nombre que se les da a las personas que trabajan dentro del movimiento en la formación y en otras tareas, sin la necesidad de ordenarse como sacerdotes. El Opus Dei fue fundado por Josemaría Escrivá de Balaguer, proclamado santo por la iglesia católica y que en su momento simpatizó con el régimen de Francisco Franco en España.
Por este y otros antecedentes nadie se sorprende cuando Larraín habla acerca de temas valóricos que se encuentran en la agenda noticiosa. Muy recordadas son sus frases contra el proyecto de despenalización del aborto. Cuando todavía era presidente del partido fundado por Sergio Onofre Jarpa, y ante la votación que se venía para aprobar este proyecto de ley, declaró que “el parlamentario de RN que vote a favor del aborto debiera ser expulsado del partido”, recibiendo un rechazo no solo por parte de los usuarios de las redes sociales, sino que también por parte de un sector importante de la clase política.
Lo más comentado en su vida mediática, por lejos, fue el accidente que tuvo su hijo en el sector de Curanipe. Luego de atropellar a Hernán Canales, escapó del lugar de los hechos –el ex senador le dijo a La Red que sí había bajado a ayudarlo pero después se había ido–, saltándose el conducto legal que establece la ley para estos casos. Casi nadie cree mucho la versión que terminó por absolverlo del cargo en su contra por cuasidelito de homicidio. A partir de esta historia incluso se realizó una película, titulada Aquí no ha pasado nada, ganadora del premio a Mejor Director en el Sanfic.