El sentido de la Revolución

Este ensayo nace a partir de una conversación con mis amigos, desarrollado en lineas generales durante el viaje en micro que hago habitualmente hasta mi casa


Autor: Pineiden

Este ensayo nace a partir de una conversación con mis amigos, desarrollado en lineas generales durante el viaje en micro que hago habitualmente hasta mi casa. Comúnmente los temas que hablamos son variados, desde cuestiones simples a algo más complejas como temas acerca de religión o política. Pero siempre el telón de fondo es como nos planteamos ante el mundo y que podemos hacer en él y por él. De alguna manera llegamos a la tan usada, hoy en día, palabra “Innovación”.

Esta palabra, que se toma como el motor del desarrollo (o progreso), adueñada por la ideología de mercado, tiene varios defectos no por sí misma sino por como se plantea o utiliza. Se debe buscar un enfoque global que integre la innovación y la explique de manera coordinada con el resto de los factores, algunos de los cuales serán enunciados a continuación.

Veamos primero ¿Qué provoca la innovación? ¿Cómo se construye? La innovación, o lo innovador, se construye sobre la base de un conjunto de conocimientos adquiridos en pos de conseguir una solución a una necesidad de ciertos miembros de la sociedad.

Al parecer, con esta visión debiéramos quedarnos contentos, conformes y dispuestos a levantar y desarrollar la sociedad con estas propuestas. Sin embargo, las problemáticas se hacen evidentes, los productos de esta innovación se vuelven en general hacia ciertos sectores determinados que suelen ser los que tienen el poder, a fin de cuentas la elite en sus más diversos ámbitos, sean personas en concreto o conglomerados políticos o empresariales. Vemos entonces que la innovación, pese a su maravilloso potencial, no ha sido correctamente dirigida.

Es que algo falta ¿Qué será? Si volvemos un poco atrás, nos damos cuenta que es el proceso que construye productos en base al conocimiento humano, sea científico, técnico, filosófico, artístico o cultural. Si hacemos una relación acertada, el conocimiento, al construirse sobre sí mismo, se depura y construye en base a lo pasado y lo actual. Es similar a la sangre, esa misma que corre por nuestras venas ¿Donde, entonces, se purifica la sangre para volver al flujo sanguíneo? En el riñón, si lo colocamos al espejo con la labor innovativa, cumplen funciones similares. Y, a la vez, como funciones similares, las fallas que tienen se reflejan a nivel global. Si no se purifica correctamente la sangre, entonces el cuerpo deja de funcionar poco a poco, las vías por las cuales corre se deterioran en forma progresiva y la irrigación a cada célula se hace difícil. Si la sangre se concentra en algún órgano, algo malo pasa, y es lo que pasa en la actualidad: la concentración del conocimiento es perjudicial para la humanidad.

Dos factores importantes salen a relucir, irrigación y transporte del oxígeno. La irrigación es posible gracias al bombeo del corazón que hace pasar la sangre por los pulmones para hincharse de oxígeno que es esparcida luego por todos los rincones del cuerpo humano (en realidad, ser viviente). Así, como tenemos los riñones, que son el motor del desarrollo del conocimiento, tenemos al corazón; que es el catalizador del conocimiento. Permitiendo que cada parte del cuerpo reciba en forma justa su porción de sangre-desarrollo.

Desde otro enfoque: el de los pulmones. Desde aquí se puede abordar el problema habitacional o de como nos relacionamos con el medio ambiente.. Para un correcto desarrollo, desarrollo sustentable del ser viviente, es necesaria una cantidad de oxígeno que no se encuentra usualmente en lugares encerrado, llámese lugares repletos de personas o inmensas ciudades donde se concentra la población. Al no haber una distribución heterogénea entre la vivienda y el medio ambiente, resultan problemas de transporte, sociales, etc. que se desencadenan también en problemas de salud, contaminación e inequidad.

Es necesario entonces replantearse la superestructura que se autoimpone la sociedad al organizarse. Debemos resolver un problema inminente, y este es la supervivencia de la especie y de nuestro sistema ecológico. Es necesario conjugar la innovación, con la catalización de esta y la vivienda.

Es importante recalcar que la cuestión presentada aquí no es una individualización o reducción de ciertas actitudes o posiciones, sino es para tratar de relacionar en forma global, llamémosle un enfoque fractal, en que el yo, como persona y el desarrollo propio, se ve íntimamente ligado al desarrollo global de la humanidad.

Tal vez sería bueno dejar unas preguntas para meditarlas:

-¿A que lado están los riñones?

-¿Donde está el corazón?

-¿Dónde los pulmones?

-Con el enfoque fractal ¿Hay algo más allá de la humanidad?

Podemos sobrevivir con sólo un riñón, o sólo un pulmón, pero el corazón es irreemplazable. ¿Será tal vez necesario replantearse viejos conflictos, solucionarlos y evolucionar en armonía? Eso, para mí, es la Revolución.

David Pineda Osorio


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