El voto oculto de los chilenos en el exterior

Con los antecedentes de las distintas elecciones presidenciales de Sudamérica de los últimos años con resultados finales muy parejos, la polarización política puede llevar a un escenario de ajustada segunda vuelta donde los votos de los que viven en el exterior pueden jugar un papel fundamental.

El voto oculto de los chilenos en el exterior

Autor: Absalón Opazo

En las próximas elecciones se pondrá en práctica, por primera vez en la historia chilena, el voto en el exterior. Tras varios años de lucha e intentos frustrados, el día 7 de octubre de 2016 se promulgó la ley 20.960 que regula el derecho a sufragio en el extranjero y finalmente los chilenos que viven fuera del país también tendrán derecho a elegir a los representantes del pueblo.

Teniendo en cuenta las últimas elecciones presidenciales de los distintos países del continente, con reñidos balotajes y diferencias finales de pequeños porcentajes, el voto en el exterior puede ser un factor determinante en un hipotético caso de segunda vuelta en estas elecciones presidenciales. No hay encuestas, no se sabe exactamente cuántos votarán, pero los chilenos que no viven en el país empezarán a ser mirados con otros ojos por los distintos espacios políticos y pueden tener un papel importante.

La nueva ley establece que podrán votar todos los ciudadanos que residan fuera del país, que sean mayores de 18 años y que deseen hacerlo. Un ciudadano chileno es, según el portal votoenelexterior.cl, dependiente de la Dirección General de Asuntos Consulares y de Inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores, toda persona chilena, mayor de 18 años, que no haya sido condenada a pena aflictiva (tres años y un día o más en la cárcel).

El 3 de mayo era la fecha límite para que los partidos inscribieran a sus candidatos para las primarias que tienen fecha marcada para el 2 de julio. Como es sabido, las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 19 de noviembre y en el caso de que sea necesaria una segunda vuelta se realizará una semana antes de nochebuena, el 17 de diciembre.

Lo único que deben hacer los chilenos que viven en el exterior y quieran hacer uso del derecho a voto es cambiar el registro electoral, es decir, acercarse al consulado para tener un domicilio electoral en el exterior, como informó el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz.

POR AHORA, POCO INTERÉS

Si bien el número de ciudadanos en el extranjero que se han dirigido a un consulado para poder votar en las primarias no supera los 15 mil, hay cerca de 380 mil en condiciones de hacer el trámite, un número que podría inclinar la balanza en una elección ajustada. El Director General de Asuntos Consulares, Carlos Appelgreen, dejó en claro que aún restan los meses de mayo y junio para que los residentes en el exterior puedan inscribirse y participar de las elecciones presidenciales, por lo que la cifra final de votantes debería sufrir un aumento relevante.

“Esta ha sido una larga lucha. Hubo intenciones de ponerle condiciones y requerimientos que eran inaceptables, como que los compatriotas debían venir a Chile cada cinco años. Al final de una larga lucha, lo hemos logrado. Para mí es un día histórico, me siento profundamente contenta, que por fin Chile dio el paso decisivo para profundizar la democracia”, dijo la senadora Isabel Allende en una entrevista con El Mostrador luego de que la ley se hiciera efectiva, dejando en claro que luchó muchos años por esto. “Este era un compromiso que yo tenía desde que dejé el exilio”, señaló la senadora y presidenta del Partido Socialista.

En 2014, cuando el proyecto de ley aún se debatía en el senado, el diputado de la UDI Arturo Squella dijo que el proyecto generaba injusticia y desigualdad con los chilenos que luego sufrirían las consecuencias de las decisiones que adoptan personas que quizá no han estado en Chile durante 30 o 40 años”.

“El voto en el exterior fue la concreción de una larga campaña por parte de las comunidades chilenas del exterior, para la que hubo que superar una serie de obstáculos por parte de la derecha, y hasta cierto punto dudas e indiferencias de parte de algunos miembros de los sectores centroizquierdistas que apoyaban la demanda”, dice Sergio Martínez, profesor de filosofía y periodista de 71 años que ha vivido 43 años fuera de Chile.

“Por mucho tiempo la derecha temía que dado el hecho que los que agitaron el derecho a voto en el exterior era gente principalmente de izquierda, muchos de ellos exiliados de la dictadura, sería la izquierda la beneficiada del voto exterior. Pero eso no es muy claro. Aquí mismo en Montreal donde yo vivo, en los últimos años ha llegado una enorme cantidad de chilenos que generalmente no ha tenido mucha interacción con aquellos sectores más antiguos de la comunidad y que desde el punto de vista de sus preferencias políticas constituyen un enigma; el mismo fenómeno se da en países que reciben constantes flujos de chilenos, incluso más que Canadá, como Argentina, Estados Unidos o España”,  agrega Sergio que en 1974 se exilió en Buenos Aires y luego del golpe de Estado en Argentina en el 1976 se fue a Canadá, donde vive desde hace más de 40 años.

LA MITAD RESIDE EN ARGENTINA

Más del 90 por ciento de los chilenos que viven en el exterior están concentrados en 15 países: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Bolivia, Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela.

El país donde hay más chilenos viviendo es Argentina. De un total de 450 mil de chilenos que residen en el exterior y están en condiciones de votar, cerca de la mitad vive en el país trasandino. Los números, según informa la Dicoex (Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior), no son exactos, ya que el último registro certero, proveniente del Primer Registro de Chilenos en el Exterior, es de 2005. Actualmente se están procesados los datos del Segundo Registro, finalizado el año pasado, pero los resultados recién estarán disponibles en diciembre de este año.

En aquel Primer Registro de Chilenos en el Exterior no solo se censó la cantidad que vivían afuera sino también sus inquietudes. Los resultados dijeron que un 72,5 por ciento de los nacidos en Chile, mayores de 15 años, deseaban poder ejercer este derecho ciudadano de sufragar a pesar de no vivir en su país natal.

Las opiniones son variadas y hay también quienes no están de acuerdo con la medida y no piensan ejercer su derecho. “Pienso que los que vivimos a fuera por varios años no conocemos bien la realidad del país, como para tener derecho a voto.” dice Stephanie Jasmine Carvajal Piccinini, chilena que vive hace siete años en Argentina en la ciudad de Rosario.

Sin embargo, la medida es vista con buenos ojos por muchos chilenos, no solo por poder hacer uso de un derecho que fue postergado por tanto tiempo sino también por saber que su voto puede tener injerencia directa en el futuro de Chile y en quien será el encargado de dirigir el rumbo del país. “Todo lo que tenga que ver con la ampliación de los mecanismos democráticos, bienvenido sea. Y creo que esta medida apunta hacia eso”, dice Gonzalo Rojas, un astrónomo chileno que vive en Buenos Aires hace más de 30 años. Consultado si va a hacer el trámite para votar, no duda: “Para votar contra Piñera, hago lo que sea”.

El pasado 6 de abril se llevó a cabo una simulación de voto en la Ciudad de Buenos Aires, casualmente el mismo día en que en toda la Argentina se desarrollaba una jornada de paro general de los trabajadores en reclamo por trabajo digno y contra los ajustes del gobierno del Presidente Mauricio Macri. La simulación contó con la presencia del canciller chileno Heraldo Muñoz, el director General de Asuntos Consulares y de Inmigración, Carlos Appelgren; el director para las Comunidades Chilenas en el Exterior, Abraham Quezada, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo y el Cónsul General de Chile en Buenos Aires, Raúl Sanhueza. Estuvieron también representantes de distintos partidos políticos, entre ellos la Democracia Cristiana, Renovación Nacional, Amplitud, Partido Comunista, Partido Socialista y Evópoli.

El diputado por Santiago y candidato presidencial por Evópoli, Felipe Kast, uno de los pre candidatos presidenciales que ha hecho mención al voto en exterior y su importancia en campaña, estuvo presente en la simulación de voto en Buenos Aires. Luego del evento, Kast publicó en su página de facebook un mensaje dejando en claro que, según él, esta ley sirve para ampliar la democracia y hacerla posible para todos los que actualmente no están integrados, pero que es necesario impulsar propuestas que faciliten el voto online, ya que no todos pueden ir físicamente a los respectivos consulados.

OBSTÁCULOS PARA VOTAR

Justamente uno de los problemas que deberán enfrentar varios chilenos que residen en el exterior es la distancia que tendrán que recorrer para poder ejercer el sufragio. El Diario Oficial informó que se encuentran habilitados 121 lugares para la votación en 33 países distintos.

“Hay muy mala voluntad por parte del gobierno para facilitar la inscripción y el voto de los chilenos en el extranjero, y sólo pueden hacerlo en los consulados, a veces ubicados en  lugares muy distantes donde tienen su residencia. El voto de los chilenos en el exterior nunca fue una prioridad, y la prueba de este desinterés son las limitaciones que esta ley tiene; por ejemplo, no pueden votar en las municipales, consejos regionales, parlamentarias y, lo que es más grave, el gobierno ha hecho muy poco para incentivar el voto, no sólo en el extranjero, sino también dentro del país, y mientras menos sufraguen los ciudadanos, más seguro la oligarquía mantiene el poder”, sostiene Rafael Gumucio, profesor de historia y ex Director del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Valparaíso y Agregado Cultural de Chile en Canadá.

Más allá de las dificultades que tendrán en esta primera instancia de votación en el exterior, son muchos los ciudadanos que están entusiasmados. “Es la participación de chilenos en la ciudadanía y la igualdad política entre chilenos. Entre los que viven en territorio nacional y los que por razones políticas, económicas y otras debieron dejar el país y vivir en otras latitudes”, dice Leopoldo Lavín, ex militante del MIR y profesor jubilado que reside en Canadá hace 42 años. Leopoldo no vacila al responder acerca del por qué de la demora de esta iniciativa: “Fue por la oposición de la derecha y por la misma razón que las otras demandas y derechos sociales no se ha implementado en Chile. Por falta de voluntad política de la Concertación-Nueva Mayoría y por su apego a la política de consensuarlo todo con la ultraderecha para evitar fricciones políticas.”

El 2 de julio será el comienzo de una nueva etapa, se llevarán a cabo las primarias que servirán como prueba de funcionamiento y como base y medida de lo que puede representar el voto en el exterior con un lógico aumento de cara a las elecciones presidenciales y de un eventual balotaje. A fines de marzo pasado, la presidenta Michelle Bachelet estuvo en Portugal donde se reunió con la comunidad de chilenos de dicho país y los incitó a que participaran de las elecciones.  Allí hizo también referencia a la importancia de las primarias. «Eso va a tener que ver con la sobrevida o no de los partidos políticos, de algunos partidos políticos en el futuro». Cada partido podrá decidir quiénes pueden participar de las primarias, si solo sus afiliados o si podrán hacerlo todos los ciudadanos, como también decidirán si podrán votar los chilenos que viven afuera, en esta primera instancia.

Algunos analistas coinciden en que esta nueva iniciativa quizás pueda perjudicar a los partidos grandes, teniendo en cuenta que tal vez haya una tendencia de los más jóvenes a inscribirse y eso podría beneficiar a fuerzas como el Frente Amplio.

“Es un avance enorme, todo chileno debe tener el derecho de votar a quienes dirigen el país. Nosotros aportamos una mirada «desde afuera», la cual en muchos casos puede ser más objetiva”, dice Rodrigo García Inostroza, chileno de 40 años que vive en Múnich, Alemania, hace más de 8 años y se dedica al marketing management. Rodrigo también deja en claro la importancia que puede tener el voto de los que viven afuera: “Hay varios ejemplos de elecciones que se han definido con unos cuantos miles de votos.”

El caso más reciente es el de Ecuador, donde hubo una segunda vuelta muy pareja. En dichas elecciones el porcentaje sobre los 132.000 votos del exterior, descontando los votos nulos y en blanco, siguió la misma tendencia que el resultado final. El candidato ganador, Lenín Moreno, obtuvo 50,2 por ciento en los votos que vinieron de afuera del país, porcentaje muy similar al 51,15 con el que se impuso en el recuento total.

Más allá de que no haya encuestas cómo para saber cuáles son los candidatos predilectos de los chilenos que viven afuera y cuántos de ellos finalmente se involucrarán en el proceso electoral, lo que queda claro es que el electorado que reside en el exterior será visto con buenos ojos y las fuerzas políticas buscarán conquistar ese nuevo nicho. Con los antecedentes de las distintas elecciones presidenciales de Sudamérica de los últimos años con resultados finales muy parejos, la polarización política puede llevar a un escenario de ajustada segunda vuelta donde los votos de los que viven en el exterior pueden jugar un papel fundamental.


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