Las nuevas tecnologías traen múltiples ventajas para el periodismo, pero también tienen su costado negativo: las campañas sucias y el poco chequeo de la información. A veces, con un solo tweet ya se puede crear una noticia falsa. Si se le agrega una foto, mucho más. ¿Es un nuevo modus operandi político? Enterate en la siguiente nota
Erneto Calvo realizó para la revista Anfibia una nota de investigación sobre las campañas sucias en Internet a partir de la denuncia presentada por Daniel Scioli ante la justicia electoral. Según el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Jaime Durán Barba, principal asesor de Mauricio Macri, diseñó una campaña sucia a través de Twitter para sacar rédito político de las inundaciones ocurridas el pasado mes de agosto.
En la denuncia presentada, se sostiene que alrededor de 50 mil cuentas se usaron para producir y reproducir información injuriosa y/o falsa. De esa forma, trolls, fakes y bots (todos términos propios de las redes sociales) fueron los encargados de mentir e ironizar desde el anonimato y diseminar de forma compulsiva datos muchas veces alterados. Desde el FPV aseguran que eso atenta contra las reglas de la competencia electoral.
Ahora bien, ¿cuál es real efecto de estas notas? Calvo sostiene al respecto: “La respuesta (…) pareciera ser un “no mucho”. Poco a poco la evidencia se va acumulando, mostrando que no todos los usuarios reciben la misma información, no muchos dan crédito a esta información y la mayoría de ellos son informáticamente “ciegos” a las operaciones twitteras”
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