Justo cuando se cumplen dos años desde que Barack Obama comenzó su segundo período en la presidencia de Estados Unidos, la oposición republicana logra el control del Senado y de la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas conocidas como midterms. Las implicancias que este nuevo escenario político podrían acarrear van desde la complejidad para la administración de Obama de sacar adelante sus políticas domésticas, como el Obamacare y las reformas educacionales, hasta la política exterior de los EE.UU.
Los republicanos han centrado sus críticas en la gestión del presidente Obama, incluso más que en debatir los temas propios de la dinámica parlamentaria, y han situado esta elección como un referéndum a la administración actual de la Casa Blanca.
El analista internacional, Guillermo Holzman prevé que los republicanos, ahora que serán mayoría en ambas cámaras, intensificarán su oposición a las políticas más emblemáticas de Obama haciendo cada vez más compleja la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo: “La agenda legislativa de Obama se va a ver bloqueada y muchos proyectos van a quedar en el limbo, por lo que los dos años que le restan de gobierno van a ser deslucidos, el partido demócrata no va a tener mayores logros que mostrar y le van a pasar la cuenta, tal como en estas elecciones legislativas”.
Una de las grandes críticas que los republicanos le han realizado al presidente, tiene que ver con el manejo en el sistema internacional de Obama, especialmente lo relativo al conflicto entre Rusia y Ucrania, en donde el líder del gigante euroasiático, Vladimir Putin, está bregando por volver a situar a su país como una gran potencia, tal como lo fue la Unión Soviética en la segunda mitad del siglo XX, y el Imperio Ruso de los siglos anteriores. La anexión de Crimea fue un duro golpe para el poder de EE.UU. en el mundo, y los republicanos han hecho notar este malestar.
Obama, que ha preferido reaccionar con cautela y privilegiando la diplomacia para manejar estas situaciones, ahora tendrá que lidiar con los republicanos en el diseño e implementación de la política exterior de EE.UU., la cual se puede tornar mucho más confrontacional con quienes desafíen la relativa posición hegemónica norteamericana.
“Los grandes adversarios y enemigos de Estados Unidos, según los republicanos, no son Irak o Siria, al contrario son Rusia, Irán y China, en el plano económico, político, militar e ideológico, y es en ese plano en el que los republicanos se están moviendo y pensando en una estrategia política y militar con miras al año 2040, y es ese el pragmatismo que están aplicando al ganar la Cámara y el Senado, apuntando a alcanzar la presidencia el 2016”, señala el analista internacional Pablo Jofré, quien reafirma el potencial giro belicista que puede tomar la política exterior estadounidense en el mediano plazo.
Otro de los flancos que se abren con esta victoria legislativa de la oposición, tiene que ver con el posible endurecimiento de las leyes migratorias, otra de las grandes críticas de los republicanos a Obama, quienes buscarán abrir el debate en pos de endurecer las condiciones de habilitación ciudadana, especialmente de los latinos, señala Holzman, en un país en que se contabilizan casi 10 millones de indocumentados.
Los partidos se prepararán ahora para conquistar el electorado proyectando las elecciones presidenciales de 2016, las que mostrarán si estos resultados se expresarán nuevamente en las urnas, en dos años más.