En las actividades previas al encuentro doctrinario de la falange, el presidente del Senado sostuvo enfáticamente que »hagamos una nueva Constitución, nueva de verdad y no parches». Además, llamó que a que la cita partidaria no se convierta en »un escenario más de las máquinas políticas y del cálculo pequeño’
A pocas horas del inicio del congreso doctrinario de la Democracia Cristiana, en el marco de un encuentro con dirigentes estudiantiles del partido, el presidente del Senado, Eduardo Frei (DC), lanzó una sorpresiva propuesta política: una nueva Constitución “para el Chile del bicentenario”.
El senador ha mantenido en completo hermetismo la propuesta que llevará a la instancia de reflexión y sólo se ha hablado de que irrumpirá con una idea que causará discusión política, como lo hizo en la última Junta Nacional DC cuando planteó estatizar el sistema de transporte público.
En este marco, al participar en la reunión en el ex Congreso Nacional donde la juventud de su partido afinó la propuesta que llevarán a la cita de este fin de semana e hizo un homenaje a la figura del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, el senador dio luces sobre hacia dónde va su propuesta política.
La propuesta de Frei
«Este país necesita una nueva Constitución, la Constitución del Bicentenario, una Constitución democrática, con confianza en la libertad humana, sin miedo a la política», afirmó Frei en su discurso.
Agregó que “no necesitamos camisas de fuerza, no queremos un sistema político que termina encerrando a la política y a los políticos entre cuatro paredes y alejándole de la gente. Eso es lo que la dictadura quería, pero no lo que Chile necesita”.
Y especificó que su proyecto no apunta sólo a introducir reformas a la carta fundamental, si no que entrar de lleno en la redacción de una nueva carta política para el país. “Hagamos una nueva Constitución, nueva de verdad y no parches, como hasta hoy con una derecha opositora», indicó.
Duras críticas a la forma de hacer política
En la oportunidad, el presidente del Senado fue muy crítico sobre la forma en que se está haciendo política actualmente. A su juicio la práctica de la política “está en descrédito”.
Consideró que ello se debe a que “se ve a un grupo preocupado por sus intereses corporativos y no del país” y a que existe “un grupo desconectado de los intereses de la ciudadanía”.
Asimismo, apuntó a que la ciudadanía observa “a un grupo afectado por prácticas como el cuoteo político, los operadores y la corrupción”.
A esto agregó que “se ve a la política como un grupo que llega allí por mediocre, porque no pudo hacer algo mejor”, concluyendo que en este contexto “este grupo” aparece como “aparte de la sociedad con el cual uno no se identifica y no quiere estar allí”.
En esta línea, concluyó que “más que nunca la política requiere honestidad y transparencia. Este es el test verdadero: si el político está trabajando para la comunidad, para el país, o está sirviéndose a si mismo y/o a un grupo de amigos. Sabemos que la corrupción acecha en cada esquina y es el cáncer de la democracia”.
En cuanto al Congreso DC, destacó que éste es el momento para que la colectividad mire más allá de lo cotidiano y se analice al partido y a Chile “con una altura de miras muy distinta”.
En este punto, rechazó que pueda politizarse este encuentro. “Un congreso ideológico y pragmático trata sobre la renovación de ideas e ideales. ¡No hagamos de este congreso un escenario más de las máquinas políticos y del cálculo pequeño”.
Más tarde, al ser consultado sobre el rol de la DC dentro de la Concertación y sobre las visiones que apuntan a que ésta debería reevaluar su manutención en el conglomerado, Frei fue claro en señalar que «Concertación, no hay otra alternativa».
por Alejandra Araya Brañes
El Mostrador
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