La evaluación del Gobierno -diferente al de Bachelet- marcó un 18% de desaprobación, bajando 6 puntos en contraste a la aprobación presidencial, es decir, nuevamente los números destruyeron una barrera histórica con los bajos resultados.
Los atributos de la Mandataria mostraron una evolución dispar respecto a julio, ya que, según los entrevistados, cuenta con la capacidad de solucionar problemas a nivel país y además la caracterizan de tener liderazgo, lo que generó un aumento de 3 y 4 puntos, respectivamente. En el mismo escenario, sus atributos de activa, enérgica y la capacidad para enfrentar situaciones de crisis cayeron en 3 puntos.
Desde el 2006 Adimark comenzó un registro mensual de evaluación y Bachelet obtuvo los peores resultados desde ese año en los números de respaldo y rechazo a su gestión presidencial.