En medio del revuelo mediático en torno al caso Penta, el periódico The Clinic sorprendió con una información respecto de la forma en que se recaudaron fondos para la campaña presidencial por la reelección de Michelle Bachelet.
El medio indica lo siguiente: En septiembre de 2013, cuando la campaña presidencial ya estaba en marcha, el actual canciller Heraldo Muñoz organizó una comida en un yate en Nueva York por la que cada participante pagó mil dólares para aportar a la campaña de Michelle Bachelet. El canciller asegura que puso dinero de su bolsillo, al igual que otros diplomáticos latinoamericanos que veían con buenos ojos el retorno de Bachelet al poder. El problema es que la ley electoral chilena prohíbe expresamente los aportes extranjeros y no existe claridad en cómo estos fueron declarados por la Mandataria. Tras la publicación de esta nota, Muñoz precisó que, a diferencia de lo señalado originalmente, al evento sólo concurrieron compatriotas.
La reunión bordo de un yate Hatteras Avanti ha abierto un flanco de críticas al gobierno, en el marco de las investigaciones que se están realizando sobre aportes irregulares que está afectando a la UDI, por el caso Penta ya que las posibles donaciones realizadas por extranjeros se encuentran en oposición a la ley electoral de nuestro país, la que en su Artículo 24.- Prohíbense los aportes de campaña electoral provenientes de personas naturales o jurídicas extranjeras, con excepción de los efectuados por extranjeros habilitados legalmente para ejercer en Chile el derecho a sufragio.
Mario J. Paredes ha señalado que él convocó a título personal la reunión realizada en el yate para realizar el evento, para recaudar fondos. Señaló que todos los invitados eran chilenos y que formaban parte de su red de contactos. Además indicó que sólo había un extranjero, que fue el dueño del barco, quien lo prestó para que se realizara el evento.
Obviamente la UDI ha hecho acuso de recibo de esta información y ha perdido la voz declarando que estos hechos son de una gravedad extrema ya que, más allá de la infracción a la ley electoral, la que, de acuerdo al mismo Servel ya se encuentra prescrita) lo que acusa desesperadamente el gremialismo, es que se podrían configurar delitos económicos ya que no existen detalles de la forma en que esos recursos ingresaron a Chile.
Por esta razón, desde la UDI, en la voz del jefe de bancada, Felipe Ward, han informado que enviarán oficios al SII, a la Contraloría y al Banco Central. También han señalado que recurrirán al Consejo de Defensa del Estado, que citarán al canciller Muñoz a la comisión investigadora de la Cámara y que llegado el caso, van a entablar acciones judiciales.
Para que podamos dimensionar la envergadura de estos montos que movilizan tan diligentemente a la UDI, según la versión de Muñoz, al evento asistieron al rededor de 40 chilenos y, si se pedía una donación de US$ 1.000, se habrían recaudado unos $20 millones de pesos chilenos, lo que es menos de lo que cobra Velasco por una asesoría según sus propias declaraciones.
Paredes, por su parte, dijo que el traspaso de dinero fue “a través de un cheque que yo envié”.
Cabe señalar que el director de The Clinic, semanario que ha hecho publica esta información, es Patricio Fernández Chadwick y que don Andrés Chadwick, su tío, está siendo mencionado como uno de los potenciales sucesores de Ernesto Silva en la presidencia del partido.
La versión del gobierno
Desde el palacio de Gobierno, el ministro del interior, Rodrigo Peñailillo, ha señalado que descarta “rotundamente” cualquier irregularidad: “Esta ha sido una campaña clara, transparente, ahí está la documentación, es pública, así que no hay nada más que agregar”
Felipe Ward, junto con señalar que el episodio valida lo sostenido por el partido en el sentido de la existencia de un problema generalizado respecto del financiamiento de la política.