Los votos de MEO se han convertido en el diamante, al que los afilados colmillos de Piñera y Frei quieren dar mascada. Sin embargo, Marco Enriquez-Ominami ha declarado que esos votos son del pueblo y que él no llamará a votar por ninguno de los dos que pasan a segunda vuelta: «ellos son el pasado, yo soy el futuro», dijo el mediático candidato.
Ahora para ver si los votos que sumó Marco se quedan definitivamente con él, tendría que existir algún llamado de parte suya que le permita seguir marcando la diferencia con la que se ha caracterizado hasta hoy. Pero qué gesto ciudadano es el que puede hacer Marco. Sin duda, el llamado que más apoyo popular consitaría es el de avanzar en el camino hacia una Asamblea Constituyente, concepto del que no todos los chilenos(as) están enterados, pero el que daría un valor ciudadano a Ominami que no posee ni la Alianza ni la Concertación.
Y es que ahora es cuando -diría un kolega apegado a la acción directa- a Marco se le fue su asiento en el parlamento, por lo que en algo que mantenga e incluso aumente su arrastre popular, deberá trabajar en los 4 años que siguen. Dedicarse de lleno a la reconstrucción de la izquierda desde abajo, ser el caudillo revolucionario para la redacción de una nueva Constitución por medio del proceso amplio, popular y participativo de Asamblea Constituyente, es el desafio que debe asumir con valentía.
Este acto, aseguro, consitará el apoyo de diversos sectores sociales, como también el de mandatarios latioamericanos progresistas, que ven en Marco un fenómeno de amplias mayorías que se consitan y confluyen cuando el compromiso es serio con los que menos tienen.
Marco está en una encrucijada, su equipo divide sus anhelos, debe elegir sin duda, entre la figura de Miguel y la de Carlos, entre Paul Fontaine y Marambio, pues quedarse en el medio le dejará como una figura más del enjuague concertacionista, del que el ciudadano consciente ya está harto.
Por lo menos tiene de su lado que Piñera ya llamó a Fontaine a integrar su comando en segunda vuelta, no tendrá que despedirle y esperamos se marche solo, lo que más que una fuga de votos, traerá a Marco el apoyo que le restaron para ganar a Frei en primera vuelta.
Bruno Sommer