España: Acuerdo entre Rajoy y Ciudadanos no convence a Partido Socialista

Más de ocho meses llevan los principales partidos políticos españoles intentando formar Gobierno. Ante el incierto escenario, este domingo el presidente del Gobierno de España y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, alcanzó un acuerdo con el partido Ciudadanos (liberales) que, sin embargo, se hace insuficiente para su reelección al frente del Ejecutivo en la sesión de investidura que iniciará el próximo martes en el Congreso.

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Ciudadanos consiguió que el PP cediera en algunas de las medidas de corte más social. Entre ellas se cuenta el complemento salarial a las familias con menos recursos, la igualación de los permisos de maternidad y paternidad, el aumento del gasto en Educación, Sanidad y Dependencia, además del compromiso de reclamar el dinero que se dejó de recaudar por la amnistía fiscal. En este último punto, C’s ubica esta cifra en 2 mil 800 millones de euros (unos 3 mil 100 dólares), cantidad que se requiere sea destinada a políticas sociales.

Sin embargo, los liberales no pudieron conseguir mucho en cuestiones como el planteamiento de un contrato único con indemnización creciente, en función del tiempo trabajado; ni en la desaparición de las Diputaciones o del Senado. En estos casos, el PP sólo ha aceptado un acuerdo global de disminución de gastos en las diputaciones provinciales y en la Cámara Alta; y la reducción a tres de los tipos de contrato, que ahora son fijo, temporal y de formación.

Tras el acuerdo, el líder del PP, que gobierna España desde finales de 2011, suma 170 escaños en el Congreso por los apoyos ya asegurados de C’s y de la parlamentaria canaria. Sin embargo, para que el actual presidente del Gobierno se renueve en sus funciones, necesitaría 176 votos para alcanzar la mayoría absoluta y formar Gobierno. Por ello, Rajoy instó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a destrabar la situación.

El PSOE reitera su «no»

Rajoy asegura que sobre Pedro Sánchez, líder del PSOE, recae la responsabilidad de que España vuelva o no a unas terceras elecciones generales. Los socialistas, no obstante, no tienen intención de modificar su rechazo al candidato del PP en las dos votaciones de la semana próxima que se realizarán el 31 de agosto y el 2 de septiembre.

De hecho, a un día del inicio del debate de investidura, Mariano Rajoy quemó su último cartucho para intentar convencer el secretario general del partido socialista, Pedro Sánchez, que se abstenga. Ambos líderes se reunieron en el Congreso durante media hora escasa, un encuentro que el líder del PSOE calificó de «prescindible».

Junto con eso, Sánchez le transmitió nuevamente que su no es inamovible y calificó el acuerdo con los liberales de «continuista» porque no rectifica las leyes «impuestas» por el gobierno popular.

Por su parte, tras la reunión, Rajoy anunció que tiene la intención de volver a presentarse después de la investidura fallida: «Seguiré intentándolo con el PSOE, que tiene la clave, después de la primera votación y de la segunda, porque es mi obligación y mi responsabilidad», dijo.