La primera sesión de investidura para que el secretario general del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, sea nominado presidente tras las elecciones del 20 diciembre, puso de manifiesto no sólo la tensión entre las formaciones de la cámara, sino también la falta de apoyos al líder socialista para sacar adelante su investidura.
El debate, que todavía sigue en el Congreso de los Diputados, evidencia las diferencias crecientes que separan al PSOE y Podemos, además del aislamiento en el que el líder del conservador Partido Popular, Mariano Rajoy, cayó después de declinar el encargo del rey para ser el primero en intentar forjar acuerdos.
Uno de los momentos más insólitos de la mañana lo protagonizaron el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y Xavier Domènech, el número uno de En Comú Podem, la formación de Podemos que representa a Cataluña en la Cámara. Tras su intervención, Iglesias quiso felicitar al catalán y, luego de regalarle un apretado abrazo, ambos se besaron en la boca bajo la mirada desconcertada de los diputados y ministros conservadores del Partido Popular.