El segundo ‘no’ a la investidura de Mariano Rajoy llegó este viernes tal y como se esperaba. Por 170 votos a favor y 180 en contra el presidente en funciones perdió nuevamente la votación, a pesar de que necesitaba sólo una mayoría simple de la Cámara, es decir, más ‘sís’ que ‘nos’.
En su última intervención, Rajoy culpó al líder socialista, Pedro Sánchez, de empujar al país hacia unas terceras elecciones. Además, recordó a Sánchez que sus partidos, PP y PSOE, «no son aliados potenciales, sino aliados imprescindibles». Algo que en opinión del presidente en funciones contrasta con la voluntad de Sánchez de «no permitir el único Gobierno viable» por «el deseo poco confesable de repetir las elecciones». «Le ofrezco», le dijo a Sánchez, «un acuerdo que no es rígido sino abierto, abierto a sugerencias y rectificaciones».
Junto con eso, alertó que no tener gobierno tiene un «coste» y que «pasará una factura» que tendrán que «pagar» los españoles. Por eso, reiteró de nuevo a los socialistas que «reflexionen» antes de » colocar a España en una situación irreversible».
Por su parte, Pedro Sánchez respondió a Rajoy que «es el presidente peor valorado de la democracia», un problema que puede tener solución «si todos actúan con altura de miras», una afirmación que podría interpretarse -y así se hizo- como una invitación para que Rajoy piense en un correligionario para intentar formar Gobierno. «Las fuerzas del cambio tenemos una responsabilidad y, si tenemos altura de miras y generosidad, encontraremos la solución», dijo.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, utilizó su discurso para dirigirse a Sánchez y pedirle que decida y explique si quiere unas terceras elecciones o construir un gobierno alternativo. Junto con eso, advirtió a los socialistas que si no se presenta ahora a la investidura «puede ser que pierdan la posibilidad de liderar de nuevo España».
Finalmente, desde la bancada de los liberales, Ciudadanos, de Albert Rivera, avisó a Rajoy de que, a partir de ahora, su partido sólo apoyará la investidura de un candidato del PP que sea viable, incidiendo también en la posibilidad de que podría presentarse otro dirigente ‘popular’ que no fuera Rajoy a una futura investidura. Rivera llamó a PP y PSOE a abrir una «reflexión» sobre «por qué no son capaces de generar consensos y ponerse de acuerdo en temas esenciales» y finalizó su intervención pidiendo perdón a los españoles por no haber sido capaz de formar Gobierno.
¿Y ahora qué?
Tras la derrota en esta segunda sesión de investidura, Rajoy deja de ser el candidato elegido por el Rey y se abre nuevamente el período de dos meses para que el Rey Felipe VI realice una nueva ronda de encuentros con los partidos políticos que hacen vida en la Cámara de Diputados para proponer un nuevo candidato para el proceso de investidura.
Si en este tiempo no se consigue una nueva alternativa, el monarca deberá disolver el Parlamento y llamar a unas nuevas elecciones que de acuerdo a los tiempos estipulados por la Constitución se llevaran a cabo el próximo 25 de diciembre.
En este sentido, el Partido Socialista consideró este viernes la posibilidad de emprender una reforma exprés de la Ley Electoral (LOREG) para acortar la campaña electoral de quince a siete días y evitar así que unas hipotéticas terceras elecciones cayeran el día de Navidad.
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