Con funcionarios de Estados Unidos que continuan hablando hasta de «agresión rusa», el Pentágono ha enviado un par de F-22 Raptors a Rumania, en lo que se describe como una «demostración de fuerza» para hacer notar las capacidades de los Estados Unidos desplegando aviones de este tipo en cualquier parte de territorio de la OTAN .
Los F-22 han sido rara vez utilizado por el Pentágono y han pasado en tierra varias ocasiones por problemas técnicos. A pesar de esto, el programa ha costado un estimado de $66 mil millones de dólares; más de lo que Rusia gasta en la totalidad de su ejército durante un año.
Es el última de una serie de implementaciones de EE.UU. con activos militares en la frontera rusa, buscando justificar lo que llaman como «agresión» rusa. Esto, a pesar de que Rusia realmente no ha hecho nada más allá que reaccionar ante las implementaciones militares que acumula Estados Unidos cerca de sus fronteras.
Los pilotos negaron que los aviones F-22 fueron desplegados para «provocar a alguien», aunque uno de los pilotos hizo referencia también a las interceptaciones rusas de aviones de guerra estadounidenses a lo largo de su frontera como una causa para el despliegue, diciendo que «sólo quieren para animarles a hacer eso en una de forma segura».
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