Estudio indica que mujeres chilenas serían cada vez más «progresistas»

Un estudio sobre el comportamiento electoral de las mujeres chilenas indica que desde el Plebiscito de 1988, paulatinamente ha ido variando su posición desde el conservadurismo hacia tendencias más «progresistas»


Autor: Wari

Un estudio sobre el comportamiento electoral de las mujeres chilenas indica que desde el Plebiscito de 1988, paulatinamente ha ido variando su posición desde el conservadurismo hacia tendencias más «progresistas». «Mujeres y elecciones 2009: Análisis de las elecciones parlamentarias y presidenciales 2009», se titula el documento de la Corporación Humanas, dado a conocer a comienzos de enero y que aclara varias dudas con respecto a las preferencias políticas de las connacionales.

El marcado interés de las mujeres en política es una de las aristas que se analizan en uno de los últimos documentos elaborados por Corporación Humanas. En ‘Mujeres y elecciones 2009’ se desarrolla un minucioso estudio de las recientes elecciones parlamentarias y presidenciales, y del comportamiento electoral de las mujeres.

Con datos y gráficos comparativos, se cuestiona la exactitud de las afirmaciones que sostienen que “las mujeres presentan un voto conservador”, y se analiza el voto de género, esto es: la mayor votación que reciben las candidatas a cargos de representación por parte del electorado femenino.

Los  resultados  de  las  últimas  elecciones  presidenciales  y parlamentarias dan cuenta de tendencias que están afianzándose, tales como  el  interés  de  las  mujeres  por  participar  en  los  procesos eleccionarios, orientación mayoritariamente hacia un voto progresista y apoyo electoral a las candidatas al parlamento, las que han demostrado que aglutinan una importante votación y son cartas ganadoras para los partidos que optan por integrarlas a sus listas.

INTERÉS DE LAS MUJERES EN POLÍTICA

En Chile  el  electorado  está  compuesto mayoritariamente  por mujeres. Del  total  de  personas  inscritas,  3.928.623  son  varones  (47,4%)  y 4.356.563  son mujeres  (52,6%).  Otra  característica  importante  es  su
composición  etárea  pues  se  trata  de  un  padrón  envejecido  en comparación a la población del país donde las personas mayores de 30 años sólo representan el 9,2% respecto al total.

La feminización del padrón electoral es reflejo del interés de las mujeres por participar en política, ya que hasta el momento la inscripción en el registro electoral es voluntaria. Esto también se expresa al momento de sufragar,  pues  las  tasas  de  votos  nulos  y  blancos  son  menores  en mujeres (3,7%) que en varones (4,2%).

LAS MUJERES Y EL VOTO PROGRESISTA

Las preferencias electorales de  las mujeres han sido objeto de diversos análisis  e  interpretaciones. Una  de  las  afirmaciones más  comunes  es aquella que  establece que  la  votación de  las mujeres  es  conservadora, es decir, en el eje izquierda/derecha se orientaría más hacia la derecha.

Sin  embargo,  dicha  aseveración  se  basa  en  la  comparación  entre  los votos  de mujeres  y  de  hombres,  donde  efectivamente  el  porcentaje  de votos  masculinos  por  la  derecha  es  levemente  menor  a  los  votos femeninos.

Si  se  realiza  en  cambio, un  análisis  comparado  desde  el  plebiscito  de 1988 hasta las elecciones presidenciales de primera vuelta del año 2009 el universo de mujeres votantes se inclina mayoritariamente hacia el ala progresista, pues  la suma de  los votos obtenidos por  la Concertación y la izquierda supera a la suma de votos de la derecha. Sólo en la elección presidencial  de  1999  esta  tendencia  se  quebró  debido  al  importante apoyo femenino que concitó la candidatura de Joaquín Lavín.

Estos  resultados  demuestran  que  la  afirmación  “las  mujeres  son conservadoras” no  es  exacta pues desde  el  retorno  a  la democracia  la tendencia mayoritaria del voto  femenino es progresista. Que la derecha logre  una  mayor  votación  en  mujeres  no  permite  afirmar  que  las mujeres son mayoritariamente conservadoras.

VOTO DE GÉNERO

Respecto a las preferencias electorales de las mujeres según el sexo del candidato o candidata se trabaja con el concepto “voto de género” para denominar  la mayor  votación  que  reciben  las  candidatas  a  cargos  de representación por parte del electorado femenino.

Existe  voto  de  género  cuando  el  porcentaje  de  votos  obtenidos  en mujeres  respecto  del  total  de  electoras  del  distrito  o  circunscripción supera al porcentaje  obtenido  sobre  el  total de  electores  varones.   Por ejemplo, si una candidata obtiene en  las mesas de mujeres un 30% de votos y en las mesas de los varones un 20% de votos se habla de voto de género  pues  el  apoyo  obtenido  en  mujeres  supera  en  10  puntos porcentuales al de los varones.

Del  total  de  80  candidatas  que  integraron  las  listas (*) de  las  cuatro coaliciones participantes del proceso electoral, un 39,5% obtuvo voto de género. Como  se  observa  en  el  gráfico  las  candidatas  de  la  “Coalición por  el  Cambio”  lograron  un  significativo  respaldo  en  las  mesas  de mujeres  pues  un  63,4%  de  las  candidatas  de  la  coalición  obtuvieron mayor votación femenina. Del total de candidatas de la “Concertación y Juntos  Podemos  más  Democracia”  un  42,1%  obtuvo  voto  de  género, mientras que  en  “Chile Limpio Vote Feliz” un 30,4%  y  en  la Coalición “Nueva Mayoría para Chile” un 18,8%.

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(*) En total, en las elecciones parlamentarias de 2009 se presentaron 81 candidatas, una de ellas se presentó
como independiente, es decir, fuera de los pactos o coaliciones electorales.

Fuente: www.humanas.cl

Foto cabecera: www.laopinon.cl


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