La explosividad inicial mostrada por el Frente Amplio previo a la realización de las primarias legales, parece ya no ser tal. Es que, más allá del imperativo de correr la carrera electoral, forjar un norte común no cae del cielo. Necesariamente es fruto, o bien de una imposición, o de la deliberación colectiva.
Las primarias legales ofrecieron la última imagen que ha podido proyectar el FA. Ello se realizó a través de las candidaturas de Beatriz Sánchez y Alberto Mayol y las alianzas que dieron sustento respectivo. El resultado, que les puso en relación de dos tercios contra uno de una votación de alrededor de unas 320 mil personas, políticamente es todavía difuso.
Las discusiones previas a las primarias, que ponderaban la relevancia del proceso participativo de discusión del programa de gobierno, en relación a las demandas programáticas ya levantadas por los movimientos sociales de los últimos años como el educacional o NO+AFP, hoy se proyectan a la nueva fase en debates relativos a cómo enfrentar las reformas del gobierno de Bachelet y cómo levantar un trabajo territorial.
Por cierto, uno de los temas abiertos en el Frente Amplio, es cómo se equilibran las fuerzas luego de las primarias y cómo se incorpora al bando ganador, el que resultara superado electoralmente. Esteban Silva, quien ofició de generalísimo del comando de Alberto Mayol compartió con El Ciudadano su punto de vista al respecto.
¿Cómo debiera concretarse una integración del grupo que sustentó la candidatura de Alberto Mayol en el Frente Amplio y el comando de Beatriz Sánchez?
Hay dos niveles. Una decisión que debe venir del punto de vista del programa y la incorporación programática. Esto es lo estratégico: no es posible representar al conjunto de las izquierdas expresadas en las primarias si no hay una incorporación de los elementos centrales del programa de Alberto en la candidatura de Beatriz. Aquí la primera es la candidata. Hasta ahora no ha habido gestos concretos al respecto desde su candidatura y hasta hoy, no hay novedades.
Otro es el punto de vista del FA. La incorporación del conjunto de las organizaciones políticas y sociales que formaron parte de la candidatura de Mayol es una decisión que debería establecer el conjunto de las fuerzas que forman parte de la mesa del FA. Una integración política en contenidos programáticos, equivale a una integración política real y a la planilla parlamentaria del FA. No ha habido conversación formal alguna en esta materia.
¿Qué tipo de obstáculos dificultan este entendimiento?
Nuestra impresión es que no hay política. Necesitamos respuestas a interrogantes que hemos planteado: ¿Están de acuerdo o no con incorporar en la campaña de Beatriz Sánchez, elementos y propuestas del programa de Mayol? ¿Están dispuestas a considerar que las fuerzas que representamos un tercio de la votación, que es una votación programática y convocada en representar un proyecto de izquierda para Chile, como constituyente del Frente Amplio? ¿Hay consideración política de que este tercio se exprese a través de candidaturas parlamentarias y, por lo tanto, se amplíe el acuerdo parlamentario establecido sin estas fuerzas?
¿Qué se juega desde una perspectiva más general en este proceso?
Lo que se está jugando para una fuerza emergente, como el FA, después de las primarias y en el próximo período, es la construcción de una alternativa y programa presidencial que inicie un cambio de fondo, que está pendiente en Chile y tiene hoy la posibilidad de cambiar el rumbo respecto de la postransición, que han encabezado la Concertación, ahora Nueva Mayoría y la derecha. Eso es lo de fondo, la alternativa de refundar este país. Y con la la candidatura de Mayol precisamente emerge una izquierda, con programa y proyecto de transformación; que coloca temas centrales, de cambio económico y político institucional de fondo.
Un modo de entender lo que sucedió en las primarias, es que Mayol reunió a “la izquierda” del Frente Amplio. Pero difícilmente esa es una situación estable, y el debate sobre cómo construir una izquierda para el siglo XXI atraviesa las organizaciones sociales y políticas.
Lo que logró la candidatura de Mayol y las fuerzas que la sostuvimos y proyectamos, es la irrupción de una izquierda que, por primera vez desde la Dictadura, se dota de un programa. En segundo lugar, ingresamos en la disputa cultural por la hegemonía, que hoy es muy adversa. Fortalecimos un polo de izquierda que irrumpe en el FA, que buscamos organizar y seguir ampliando. Fortalecimos un polo anticapitalista en una coalición antineoliberal.
El FA está empezando a concitar fuerzas de izquierda muy diversas. Se pueden ir produciendo desplazamientos y acomodos en la medida en que haya programa y norte claro. Sin ello, solo hay administración de coyuntura electoralista y con poco contenido social claro, empiezan a ocurrir conflictos. No hay ni una fuerza que sea políticamente hegemónica. La única con más historia es el Partido Humanista, partido con domicilio humanista y sociopolítico claro, y que ha estado presente desde el fin de la dictadura hasta hoy. Todo el resto es nuevo y varias de ellas ni siquiera son legales.
En la medida en que haya un norte claro, que refleje un proyecto de transformación para Chile y que sepa conjugar la diversidad de liderazgos políticos -no solo parlamentarios- , se transformará en alternativa. De lo contrario, el paso que se da es muy acotado. Solo electoral y no estratégico.
¿Y después de las presidenciales?
Las fuerzas que confluimos en la candidatura de Alberto Mayol tenemos que constituir un polo que ejerza importante atracción de contenidos políticos y sociales para el próximo período, más allá de la coyuntura electoral. Hay fuerzas sociales y políticas que todavía no están en este polo ni en el Frente Amplio, que creemos fundamentales para robustecer un programa desde la izquierda política y social: las que están en la Coordinadora Nacional de Trabajadores NO+AFP, por ejemplo. Hay espacio para una articulación mayor.
Nosotros mismos estamos en una discusión sobre cómo avanzar, para articular un gran “Partido de los Trabajadores” detrás del programa. Con dirigentas y dirigentes que están en el FA y otros que no están. Nos gustaría estar nosotros mismos, Mayol, Luis Mesina, y Doris González, entre otras, articulados en torno a un programa.
Si este polo de izquierda, con este programa es incorporado por el FA es un tema que está en la cancha del comando de Beatriz Sánchez.