Ex jefa de prensa de la UDI por Longueira: «Si se echó $730 millones al bolsillo, que responda»

Próximamente formalizados por cohecho y delitos tributarios, el ex gerente de la saqueadora de litio, Patricio Contesse, y el ex senador Pablo Longueira, volverán a cruzar miradas pero en tribunales. ¿Qué está pasando en la interna de la UDI? Lo responde una persona que trabajó por más de diez años con la tienda.

Ex jefa de prensa de la UDI por Longueira: «Si se echó $730 millones al bolsillo, que responda»

Autor: Matías Rojas

LilyZúñiga

“Nunca había visto tanta prensa”, fueron las primeras palabras de Pablo Longueira a pocas horas de que se filtraran los correos electrónicos que intercambió con Patricio Contesse el pasado 9 de marzo, previo a la suscripción de contratos que favorecían a SQM. La evidencia fue descubierta por el estudio de abogados Shearman & Sterlin a petición de accionistas de la minera entre un cúmulo de más de 900 mil mensajes, conteniendo 92.520 relativos a posibles sobornos que influyeron en el actuar de políticos chilenos.

El grueso de los antecedentes fue solicitado en febrero de 2016 a través de un oficio al Departamento de Justicia de EEUU por el fiscal a cargo del caso SQM, Pablo Gómez, de pasado “momio” y vinculación matrimonial con una ex ministra de Piñera. Gómez ha debido enfrentar críticas de la Fundación Ciudadano Inteligente por su actuar “más reactivo que proactivo” y tropiezos que en algún minuto lo hicieron desestimar la importancia de los correos de Longueira y Contesse para abrir una causa penal por cohecho.

La bomba periodística de la Ley del Royalty Minero no sólo motivó un cambio en el tono del fiscal Gómez, sino que también la determinante decisión de Longueira, en esa misma conferencia de los micrófonos incómodos, de renunciar a la colectividad de derecha que fundó con Jaime Guzmán.

El costo político podría ser mayor que la cifra estampada en las millonarias boletas y facturas que Julio Ponce Lerou extendió a fundaciones y colaboradores del ex ministro de Sebastián Piñera. La fórmula es la misma que se observa con figuras vinculadas a la Concertación, hoy Nueva Mayoría: falsedad ideológica, pagos realizados por servicios no prestados.

Según la información sistematizada por CIPER Chile a partir de los datos recabados por el Ministerio Público, los montos que tienen complicado a Pablo Longueira ascienden a $900 millones e incluyen al Banco BCI, empresas del Grupo Angelini como Copec – que también aportó a la precampaña de Michelle Bachelet – y Cencosud, el holding del empresario Horst Paulman posicionado en el corazón de “Sanhattan” gracias al Costanera Center, falo del capitalismo monopólico que el otrora parlamentario de la UDI recorrió y aplaudió durante el gobierno anterior.

También se observan aportes irregulares de la sociedad El Golfo del grupo Yaconi-Santa Cruz, favorecida con la Ley de Pesca. De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, buena parte de los dineros fueron captados por Carmen Luz Valdivieso, histórica asesora de Pablo, quien habría solicitado la falsificación de boletas a terceros para abultar la billetera de quien tramitaba las leyes de explotación marina desde la cartera de Economía.

Lily Zúñiga, la ex jefa de prensa de la UDI que “se fue de tarro” con las prácticas ilegales del partido, entiende que no sirvió de nada el cuidado que tomaron algunos gremialistas con sus teléfonos y correos electrónicos a raíz del caso Spiniak. La gente ya tiene pruebas palpables del oscuro actuar de los “próceres” de Suecia 286.

Detrás de su atrapante carisma y desafiante mirada, la “Negra Tatuada” echa un vistazo al pasado. Afirma tajante que si Pablo es culpable, debe pagar. Sin embargo, tampoco es justo ignorar lo que hay detrás de la cortina.

Cuan mago de Oz, el séquito de Enrique Manuel Jovino Novoa Vásquez, delincuente condenado, ex subsecretario de Pinochet a cargo de la unidad de espionaje sindical durante el asesinato de Tucapel Jiménez, y hermano de un abogado que también desafió los controles del SII, estaría expectante a llenar el espacio dejado por Longueira. Las divisiones, señala Lily, continúan siendo muy claras.

¿Cuál es la diferencia entre Novoa y Longueira?

La diferencia es súper drástica. Jovino es un hombre sumamente técnico, tiene la cabeza fría para decidir, armar y elegir. Una forma concreta de demostrarlo es ver cómo ha ido reclutando a esta nueva UDI, jóvenes que han pasado por la Universidad Católica siguiendo la escuela de Jaime Guzmán y que posteriormente son lanzados al parlamento o a las municipales. El secretario general actual es parte de esas crianzas. Lo mismo con Jaime Bellolio, quien fue asesor de Ena Von Baer antes de ser diputado. Pablo es distinto. No quiero caer en lo mismo que ha caído el partido, pero cuando tienes en las filas de Jovino a un Kast, a un Hoffman, a un Squella, a un Van Rysselberghe … perdón, pero no son muy populares. En el lado de Pablo estamos los Zúñiga, los Soto… los chilenos, por decirlo de alguna manera.

¿De ahí eso de los “pies en el barro”?

Yo trabajé con Pablo y vi cómo trabaja. Nunca hubo una definición de dónde uno venía. No pregunta esas cosas y eran diferencias muy notorias. En el otro caso no, había que tener un hotel, ser parte de una directiva o tener cierto grado de élite para entrar al círculo.

¿Es cierto que nadie los podía cuestionar?

En eso yo creo que las limitantes con Jovino y Pablo son las mismas. Tienes que pensar que son dos cabezas. La UDI era un monstruo de dos cabezas. Habiendo sido seguidora de Longueira, yo creo que él cometió un error. Se convirtió en una especie de Antares de la Luz. Antares se creía el amo y señor y Longueira siempre era el “yo fui”, “yo creé”, “yo estuve”, pero nunca se preocupó de generar semillas para armar un partido que siguiera sus pasos. Jovino, silenciosamente, fue aglutinando y recogiendo elementos que ahora tienen un grupo importante en el Congreso.

¿Cuál es el efecto que provoca en la UDI la caída de Novoa y Longueira?

Yo creo que Jovino es parte de un problema que ya venía arrastrándose, llevando a la UDI a un abismo. Que fuera condenado, sea como sea mirada la condena, poca, chica y liviana (yo soy una de las que defiende esa postura), se cae un líder, y eso produce un quiebre mayor. En el caso de Pablo, termina de caer el alma. Se lleva a la UDI a un fondo sin vuelta. Es una buena cachetada para los que aún creen en seguir con este proyecto medio irrisorio de la UDI. Si quieren poner a Joaquín Lavín encabezando las municipales, ahora que se operó los ojos y está con el pelo más corto y se ve más joven, no están entendiendo lo que la gente quiere.

¿A qué se debe que hayan sacado la palabra “popular” de su eslogan?

Obviamente, después de todos los casos que se han visto, Corpesca, SQM, Penta… hay un vínculo evidente, hemos visto e-mails que son sumamente fuertes. Jamás se legisló para la ciudadanía, sino que para el bienestar de los empresarios. Un partido que tuviera un apellido de “popular” con ese nivel de relaciones, finalmente se iba al lado de quien producía más y no de quien necesitaba más. El concepto de popular nace de los principios de la UDI. Y no quiero ser reiterativa, pero son los principios de Longueira, de ir a buscar a la gente a las poblaciones.

¿Esto es peor que la muerte de Jaime Guzmán y el caso Spiniak?

Yo creo que esta crisis es la peor y la final. La UDI debe entender que murió, que se acabó, y es lamentable. Finalmente lo que hacen es refregarle a la gente en la cara “oiga, creemos que usted es estúpido”. Le vamos a cambiar el logo, le vamos a poner varios colores para que se vea que somos transversales y, más encima, como ustedes nos critican y creen que no somos populares, le vamos a sacar el “popular” y le vamos a poner “clase media”. No se trata de simbologías más o simbologías menos. Ahora la gente exige otra cosa y la UDI no ha sabido sintonizar con eso. Lamentablemente es uno de los partidos que más veces ha demostrado no tener sintonía con la gente, porque no la entiende, y evidentemente no la conoce cuando vive en un mundo donde la burbuja no te deja ver más allá.

La mano de Penta, SQM, Corpesca al interior de la UDI, ¿era un secreto a voces? ¿O era bastante clara?

Honestamente, yo lo de Corpesca no lo conocía. Sí fui testigo de las conversaciones y negociaciones del proyecto (Ley de Pesca) cuando estaba trabajando en el Senado, pero sería súper irresponsable decir que vi algo. En el caso de Penta, era obvio. El Choclo Délano era parte de los consejos. En su minuto fue Yuraszeck. A él lo vi mil veces, vivía en la UDI. Nosotros bromeábamos “¿no tendrá 10 lucas como para limpiar el vidrio del auto?” Porque era sabido que ellos aportaban. No sé si Yuraszeck aportó, pero él estaba full antes de entrar a la U. Y volviendo a Délano, para mí no era sorpresa que Penta fuera una sucursal financiera de la UDI.

¿Y peticiones expresas de Jovino para emitir boletas a SQM?

Es que el tema de las boletas no se hacía jamás directamente. Nunca vas a tener a una cabeza pidiéndote un favor. Existe una cadena de personas que hacen esa pega. En el caso puntual de “Titi” Valdivieso y Pablo Longueira, era la mujer ancla que veía esas cosas. Cómo las hacía, era problema de ella. Una vez escuché que decían… creo que en el caso de Jovino, no sé si Pablo, “para este mes necesito unos millones”. Entonces, la señora que estaba a cargo de juntarlos decía “este mes le voy a pedir a Juanito, Dieguito y Merenguito unas boletas”, y unas dos se iban a SQM y otras cuatro a Penta. Pero ella tenía que generar esos palos. La defensa de Novoa dice “si yo le hubiese pedido una boleta a esta niña, ¿por qué no fue a mi oficina?” Pero nadie hacía eso. Estaba el que pedía la boleta, el que retiraba la plata, el que escondía el maletín…

¿Había un maletín con plata dando vuelta?

Sí, en todos lados había un maletín con plata. En campaña, en la UDI, en los comandos. Los maletines y los sobres son parte de las campañas. Es algo que los que están dentro de la política, los que hemos trabajado en campaña, hemos visto. Era una cosa habitual. Y no se echaban cartas de amor dentro de los sobres ni de los maletines.

¿Tú piensas que a Longueira le están “pasando la boleta”? ¿Que algunos personeros de la UDI están actuando distinto a como actuaron con Novoa para condenar lo que se hacía?

Es cosa de juntar las piezas. Dime quién no vio a Jovino con sus largos abrigos caminando hacia la puerta del Centro de Justicia, y junto a él Coloma, Ernesto Silva, como estos grupos de sicilianos que van caminando con El Padrino al medio. A Pablo nadie lo acompañó. Y esta no es una defensa a Pablo. Si él se echó 730 millones al bolsillo, que responda, y ojalá que tenga una pena como corresponde. Que no pague en cuotas o con reclusión domiciliaria. Pero desde la perspectiva política, esto es evidente. Un día antes de la conferencia, el presidente de la UDI dijo “quiero que mañana presente su defensa”. Jamás lo vimos diciendo “quiero que se presente la defensa de Jovino, de Orpis, de Von Baer y de Moreira en mi oficina”, pero la de Longueira sí. Eso es porque muchos le querían pasar la cuenta. Pablo es una persona que jamás va a dejar brillar a nadie en la UDI mientras él esté.

¿Lo dejaron solo?

A Pablo había que matarlo y jugaron con su talón de Aquiles, con su “yo”. Pablo juega a este montaje armado por el súper estratega comunicacional Joaquín Lavín. Se sienta solo, con el logo de la UDI. Entra con sus hijos y escoltado por jóvenes. En el backstage supe que a muchos cabros los mandaron temprano para la casa, porque no querían que los vieran con Pablo. Las mismas cabezas habían pedido que no estuviesen en la imagen. Dejaron que Pablo hiciera el loco, porque a mi parecer, como asesora comunicacional, nunca hubiese permitido que una cabeza tan potente de un partido que está en el suelo se desangre como se desangró frente a todo Chile. No había una cámara que faltara. Te lo dice una persona que trabajó 12 años con los UDI: por cosas mucho menores, no importaba lo que hubiese en el Congreso, las cabezas tomaban sus autos y volvían a Santiago. Hoy los vimos, literalmente, como ratas, escondidos en sus comités y oficinas viendo que Pablo diera el último aliento.

¿Cuál sería tu mensaje para los desencantados de la UDI?

Copiando las palabras de Coloma, yo creo que los que quedan como huérfanos de este proyecto deben entrar en un proceso de reflexión. Cerrar la UDI por fuera y ponerle candado. Tuvo sus aportes, pero ya fue. Debemos entender que el inicio de la política es el servicio público, entonces no podemos pensar al revés. Eso es “yo tengo que trabajar para y por”. No trabajar para mí y después, si queda tiempo, para los que votaron. Militar en un partido no es ir al discurso de los personajes. Tienes que trabajar en la calle. Todos estos huérfanos tienen que ver de qué manera levantar un proyecto que de verdad represente a la centroderecha, que no sea un proyecto extremista. Y de ahí para adelante ponerle un nombre, recordando con cariño lo que fue, pero dándole un corte final a la “UDI popular” o “UDI clase media”. Las dos están muertas.


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