Ex ministro Peñailillo rechaza ocupar puesto de diputado dejado por Insunza

Foto: Radio U Chile

En la tarde de ayer, tras el ofrecimiento de la mesa directiva del Partido por la Democracia (PPD) de ocupar el escaño como diputado del Distrito 9 dejado por el ahora ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Jorge Insunza, el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo decidió no aceptar la oferta, señalando que eran necesarias elecciones primarias para ocupar ese cupo.

A través de una misiva dirigida a la directiva del PPD, Peñailillo señaló que «tengo la convicción profunda que el camino político para designar al nuevo diputado de nuestro partido requiere la realización de primarias democráticas y, por esa razón, declino asumir como diputado por el Distrito 9».

El ex ministro sostuvo también que los tiempos que corren exigen que la ciudadanía esté vinculada con los procesos democráticos y que esa misma ciudadanía es la que debe legitimar a quienes ocupan cargos de responsabilidad pública.

Por otra parte, el saliente diputado y actual ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Jorge Insunza, sostuvo que el ofrecimiento hecho a Rodrigo Peñailillo se realizó como una muestra de valoración a su gestión mientras fue ministro de Estado y a su compromiso con las reformas.

En entrevista con Canal 13, Insunza señaló también que encontraba sensata y una buena solución a la propuesta de Peñailillo de someter a primarias el cupo parlamentario con el que cuenta el partido.

La salida de Peñailillo, considerado una suerte de hijo político de la presidenta Bachelet, remeció el ambiente por estos días. Algunos especialistas sostuvieron que este cambio drástico de gabinete fue ideado por la mandataria como una medida, primero, de sacar del foco al principal actor de su comité político como lo es el ministro del Interior quien estaba siendo cuestionado por antiguas asesorías y por unas boletas emitidas a Giorgio Martelli -actualmente querellado por el SII-, y segundo, como una forma de protegerlo y de cuidar cierto capital político que podría servirle a posterior, incluso como una carta presidenciable para el futuro. Entonces, frente a lo anterior, es corolario que Peñailillo redireccione sus mensajes, aclare sus enrarecidas conexiones con posibles delitos tributarios y sobre todo, reafirme su compromiso con cambios de fondo a nivel institucional, sobre todo los relacionados con el camino hacia una nueva Constitución. Solo de ese modo, su figura podría seguir manteniéndose y creciendo en el tiempo.