Para las 18:30 de esta tarde se ha convocado, en la Plaza de la Constitución, una movilización nacional para pedirle a la presidenta que convoque a plebiscito y podamos, democráticamente, decidir si necesitamos y queremos una Asamblea Constituyente. Son diversas las personalidades del mundo público (político, cultural, etc.) quienes apoyan esta moción y por eso fuimos en la búsqueda de las voces que conocemos y que se han establecido como referentes, para que nos cuenten, desde sus perspectivas, por qué es tan importante que lleguemos a esta instancia como ciudadanía.
Francisco Reyes nos dice, respecto de la manifestación que se ha convocado para hoy, que que, de partida, es para pedirle al gobierno que convoque a la ciudadanía para que elija de qué forma o cuáles son las alternativas que apoya, para realizar una nueva constitución en Chile. Es fundamental generar una nueva constitución, desde hace mucho tiempo, ya que se está pidiendo eso y, en vista de los últimos acontecimientos, es necesaria con mayor razón. Ahora, la idea es que la gente se pronuncie sobre si lo que quiere es Asamblea Constituyente, si es una Comisión Bicameral o una comisión mixta. Una de esas tres alternativas debería ser la vía por la cual se debería rehacer una nueva constitución. Eso para darle legitimidad a una Asamblea Constituyente. Obviamente habemos muchos quienes pensamos que la Asamblea Constituyente sería el camino más democrático y que le daría más fuerza a esa carta.
Mariana Loyola nos dijo que obviamente apoya la moción por la AC. Yo creo que la manera más democrática y participativa de construir un gobierno democrático es la Asamblea Constituyente. Ahora, con la crisis representativa que hay, con el nivel de abusos, fraude y corrupción de ambas partes de la política, tanto de derecha como de izquierda, yo siento, personalmente, que es un momento histórico para desnudar la democracia y devolverle la decencia que se merece la ciudadanía. La Asamblea Constituyente, se ha demostrado a nivel mundial, en países como Estados unidos, francia, Colombia, Islandia, entre muchos otros, que es la manera más democrática de redactar una constitución. Hoy vamos a realizar una manifestación bien potente frente a La Moneda, donde vamos a exigirle a la presidenta, que llame a plebiscito. Nosotros, lo que esperamos, es que se redacte una nueva constitución. Las tres formas que hay son: uno, que la haga una cámara de expertos, otra es que la haga la cámara de diputados y senadores y otra es que se haga a través de una Asamblea Constituyente. Para hacer una AC hay muchos prejuicios. Se ha instalado la idea de que es como un caos y es una cosa muy desordenada y populista. pero en realidad es todo lo contrario. Lo cierto es que es un proceso que es muy ordenado y se puede establecer de diversas formas. Se puede hacer, por ejemplo, eligiendo a los representantes, que son alrededor de 100 a lo largo de todo Chile, o se puede hacer por random, como se convoca a los vocales de mesa para una votación. Esta gente tiene la exclusividad de 6 meses a un año de trabajar con un sueldo para eso, con sueldo y se juntan una vez a la semana, más o menos, en reuniones donde se van a debatir los nuevos estamentos para una constitución. Este poder constituyente no va a redactar los artículos constitucionales, sino que se redacta el grueso de la constitución. por ejemplo, son entre 8 y 10 los estamentos básicos como territorio, derechos humanos, bienes nacionales, educación, salud, etc. Después es el congreso el encargado de redactar las leyes. por ejemplo, la Asamblea Constituyente que se hizo en Francia tiene 7 artículos. Entonces, nos falta mucha educación cívica en Chile y hay que contarle a la gente -y aprovecho este espacio para decirlo- que la constitución de un país debiese ser un libro muy cercano para la ciudadanía. Como una carta de navegación que nos indica la forma en que se desenvuelve socialmente un país. Y no como la constitución actual que tenemos, que está redactada para una élite y que es inalcanzable porque está llena de nudos y trucos que no se pueden disolver. Entonces, en el fondo es hacernos cargo, no sólo de nuestros derechos ciudadanos, sino también de nuestros deberes.
Daniel Alcaíno, quien se ha lucido con las rutinas referentes a nuestra situación política actual de su personaje Yerko Puchento, nos dijo que es muy necesario hacer una Asamblea Constituyente porque las veces que se ha intentado hacer en Chile, los poderes oligárquicos, la plutocracia y el dinero, han cuidado de que esto no haya sucedido. Lo explica muy bien Gabriel Salazar en su libro “En en nombre del poder popular constituyente”. Entonces, obviamente que es necesario, digno y el primer paso, después del primer cabildo abierto de 1810, yo creo que sería como el primer paso hacia una verdadera independencia, porque las constituciones, hasta el momento, se han hecho en la medida que quieren los poderosos, para tener a la mano de obra tranquila y no sublevada. yo creo que es muy necesario para que se integre a los pueblos originarios, a las minorías y por diferentes cosas. Obviamente para mí es necesario de perogrullo porque no podemos seguir con esta constitución, hecha entre cuatro paredes y en un tiempo tan oscuro, como lo fue la dictadura.
Juanita Parra, baterista de Los Jaivas nos ha señalado que está completamente de acuerdo en que se necesita una Asamblea Constituyente, porque hay cambios profundos que hacer y, claramente, se necesita la opinión de todos nosotros para realizar estos cambios ya que los que han estado a cargo, durante todos estos años, no han hecho las cosas que debieran hacerse, y por lo demás, hemos estado descubriendo de que se han dedicado a otras cosas muy feas por lo demás. La Asamblea Constituyente no sería una situación de caos, porque es una falsa idea que se ha instalado para hacer cundir el pánico antes de hacer cualquier cosa. Es una forma que tienen los poderosos para defender la institucionalidad a través de esta idea, para seguir manteniendo el poder y hacer sus negocios para su propia conveniencia. Esto no puede seguir así.
Sergio Lagos, respecto de la AC, nos comentó lo siguiente: La Asamblea Constituyente es un tema super interesante desde varios aspectos, tanto en lo formal como en lo esencial, porque realmente tiene mucho que ver con la sensación permanente de distancia entre la ciudadanía y, finalmente, el sistema en el que estamos conviviendo. Independientemente de que es mejor, sin duda, de lo que vimos algunos en nuestra niñez y juventud. Finalmente hoy día hay muchas cosas que no terminan por responderse y creo que el sentido profundo del llamado a una Asamblea Constituyente, tiene que ver con eso. Y frente a eso, yo me siento completamente en sintonía y como parte de una discusión y un diálogo que creo, es muy necesario que se conforme. Me parece un super desafío, un desafío mayor demasiado importante y creo yo que, quienes estén llevando a cabo el proceso y la conversación, estén a la altura de lo que estamos hablando, porque, por dios que es importante. La idea de que la AC llevaría al caos, me parece que es absolutamente falsa, porque todo esto parte de la base de que es necesario conversar. Hoy en día estamos en una situación de crisis frente a la institucionalidad, justamente porque hay muchos temas que no se han conversado. Esto es básicamente un proceso de transparentar y de abrir procesos de discusión acerca de tantas cosas. El traspaso del poder de la dictadura a los primeros años de democracia, ha generado diversos temas que hoy en día estamos discutiendo. por ejemplo, cómo se financia la política y si eso se está haciendo de buena o mala manera. ese es un tema que nunca se ha terminado por abordar. Como también el tema de la propiedad de diversas empresas; y así, tantos temas, ¿No? Creo que si esto no se conversa, es un proceso obstructivo a cualquier tipo de desarrollo futuro. Creo que nos hemos demorado demasiado en darnos cuenta y creo que finalmente lo que pasó es que simplemente no los conversamos. Chile es un país que no reflexiona mucho.
Me parece que un llamado a una Asamblea Constituyente es, primero que nada, un llamado a la conversación.
Hay tantas cosas sin respuesta todavía. por ejemplo, la ley de aguas. la ley 20.000. El financiamiento de la política y tantas otras cosas. Yo tengo la sensación de que cada día, a pesar de lo que se dice, la gente es más lista, informada y despierta y es por eso que existen estos puentes. Yo todavía no entiendo cómo es posible que gente vaya presa porque fume marihuana, por ejemplo. El mundo ya ha girado en una reflexión distinta con respecto a eso. Lo mismo pasa con el tema del reciclaje o de las identidades mezcladas en nuestro Chile, etc.
Yo sinceramente creo que este tema de la Asamblea Constituyente, junto a otros muchos que son estructurales como lo es la salud, la educación, los temas que corresponden al mundo de lo legal, etc. nosotros lo que vemos es que hay un ansia de construcción de un chile nuevo, pero que nos encontramos con una suerte de cuello de botella permanente con nuestro sistema. Y es un sistema del que hemos sido más o menos parte. nadie está aquí lejano a la construcción de país que hemos estado haciendo. Algunos si, pero no están en cargos de mayor relevancia, pero todos hemos sido parte de esto. Y no hemos sido capaces, entre todos, de abordar, todos estos grandes temas. Y con esto no quiero entrar en el tema de las responsabilidades o las culpas, sino en el plano de qué es lo que podemos hacer.
Somos un país al que nos encantan estos temas, nos encanta la crítica, nos encanta saber, pero son muy pocos los que enfrentan el hacer. Y el mundo está dividido entre estos dos extremos. estamos los que nos pasamos hablando y los que hacen las cosas. Y mientras no pasemos de la crítica, la conversación, el periodismo ilustrado, el periodismo político, los analistas y no dejemos únicamente de pasarnos el tiempo hablando de estos temas, en donde nos han metido en un baile de descalificaciones y de callejones oscuros, en los cuales se ha transformado esto en un programa de farándula política y no un programa de agenda y de “vayamos adelante”. Yo creo que esto tiene mucho que ver con la comunicación y de la forma en que se desarrolla esta comunicación. Para mi esto es muy innecesario y poco productivo. Se habla mucho y se hace re poco.
Yo mismo me salí del periodismo un poco, porque me costaba mucho hablar de todas las cosas y sentir que no hacía nada. Entonces, sinceramente yo, independientemente de todo lo que pasa, creo que es mejor tener un gobierno con parlamento y diputados, antes de tener uno con cuatro monigotes arriba, como ya lo vivimos. Ahora, no soy tal ni soy tan corajudo ni tan valiente para dedicarme al servicio público. Y a esa gente que está ahí, yo le deseo más bien que mal. A toda.
También hablamos con Claudio Narea, quien, respecto de la Asamblea Constituyente ha señalado lo siguiente: Obviamente estoy de acuerdo. Supongo que es un buen camino. Hace rato que yo, personalmente, estoy muy decepcionado de lo que es la oferta política, lo que significa, que uno vaya y vote por los que se presentan, que se candidatean como si fueran detergentes. Entonces, me parece que sería una gran idea, pero claro, se ve más cercana, en la medida en que más políticos caigan en el desprestigio. Así se ve más aterrizada. Antes era un tema que se encontraba en las nubes, pero ahora es un tema que se ve más probable. La idea de que si hay asamblea constituyente, el país va a quedar sumido en un caos se debe netamente a que están haciendo un manso negocio con todo esto. Generalmente la gente que tiene poder y que dice cosas semejantes, finalmente lo hacen para dejar las cosas como están. Yo no creo que sean todos los honorables, los que caen dentro del mismo saco, sin embargo, creo que hay una gran cantidad de tipos que son repugnantes.
Se supone que se ajustó la constitución en el gobierno de Lagos a algo que parecía razonable, pero en algún momento, eso cambió. Y en realidad pasa que en Chile, la gente común y corriente no entiende nada y o también me incluyo, a pesar de que trato de entender. Pero la mayoría no entiende ni le importa nada porque están cómodamente viendo la televisión, por donde se nos trata de vanalizar y de farandulizar nuestra existencia. Yo creo que es mala y que realmente nuestra democracia no tiene mucho sentido, con los votantes no entendiendo nada.
Felo (el humorista) también está a favor de la AC. Según nos dice, lo más importante al respecto es que nuestra actual constitución, con toda las enmiendas que se han hecho, parte de una base que, para mí, no tiene sustento legal ni democrático, como lo es la constitución del 80 impuesta en dictadura y que arrasó con todo. Desde ahí partimos mal. También está el binominal que era uno de los lastres y que se reformó hace poco, y que ahora estamos esperando el resultado de eso. Nos dejaron todo amarradito y, a partir del 90, que era increíble y en donde uno fue ingenuo en el sentido de que, uno veía el tema de los senadores designados y otros temas, ya vimos que no pasó nada.
Pero yendo al punto, yo creo que es justo y necesario. lo pedimos y estamos viendo ahora los efectos, con lo que todos sabemos que está pasando con los casos de corrupción, pero, desde el punto de vista democrático, se hace necesario y creo que es la única manera.
La idea de que si se llega a una AC vamos a quedar, como país, en el caos, es una historia de ficción de los sectores más interesados en que ojalá no se hubiera removido nada. Como podemos ver, una nueva constitución no le conviene a nadie ya que lo que está pasando le está afectando a todos los sectores. Eso es campaña del terror y del miedo.
El que todavía no se haya cambiado la constitución es para resguardar los intereses del poder. Dejaron todo amarrado y el señor Jaime Guzmán, con todo su equipo, nos dejaron con una camisa de fuerza. Y por otro lado, la comodidad de algunos sectores de centro izquierda… bueno, no sé, el sistema les quedó cómodo y ahí hay un desencanto de la alegría que venía, pero que nunca llegó. Eso es lo que yo pienso.
Como podemos ver, razones sobran para exigir a la presidencia que se realice un plebiscito. Queremos ser, por primera vez, protagonistas de nuestra historia política y sentar las nuevas bases que definan claramente cómo se estructura el poder en Chile y cuál y cómo será la forma en que se relacionen gobernantes y gobernados.
Actualmente nos encontramos en una crisis y es necesario que la institucionalidad se haga cargo de responderle a la ciudadanía por el poder que les ha sido conferido. Si mantenemos una actitud pasiva frente a lo que está sucediendo, las cosas van a seguir estáticas. No basta con hablar y seguir teorizando respecto de la necesidad de cambiar nuestra constitución y hoy tenemos la posibilidad de convocarnos y manifestarnos respecto del futuro.
La cita entonces es hoy, a las 18:30 horas en la Plaza de la Constitución (en La Moneda) y en las diferentes ciudades que se han sumado a este llamado.
En Twitter: @AngelaBarraza