La Fiscalia de París solicitó este lunes juzgar al expresidente conservador Nicolas Sarkozy y a 13 imputados más por el financiamiento ilegal de su campaña para las elecciones de 2012, en las que perdió ante su rival socialista François Hollande.
El actual candidato a las primarias de la centroderecha francesa está implicado en el caso Bygmalion, un escándalo en el que la empresa que lleva este nombre emitió boletas falsas por unos 18,5 millones de euros para que la Unión por un Movimiento Popular (UMP) asumiera los costes de campaña.
Los jueces sospechan que los responsables de campaña crearon un sistema fraudulento para cargar a la UMP, el partido de que apoyó oficialmente al candidato desde 2007, parte de los costes electorales con el objetivo de no superar los 22,5 millones permitidos por ley. Sarkozy no está imputado por fraude, sino por presunto financiamiento ilegal de la campaña al haber superado el límite.
Sin embargo, el ex mandatario reiteró en varias ocasiones su desvinculación del caso y aseguró que en aquel período él no se ocupaba de detalles porque, como presidente, se dedicó a gobernar el país.
Efectos en campaña
Ahora serán los jueces de instrucción quienes decidirán si aceptan o no juzgar a Sarkozy en los próximos meses. Si deciden llevar adelante el juicio antes de las primarias, éstas -que se celebrarán el 20 y el 27 de noviembre- podrían verse afectadas por la decisión de los tribunales.
Sin embargo, según los medios franceses, si gana las primarias y posteriormente las presidenciales, programadas para abril y mayo de 2017, Sarkozy sólo podrá ser juzgado después de 2022, al llegar al fin de su mandato.
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