La popularidad del presidente francés, François Hollande, anda por los suelos luego de alcanzar su cifra récord de desaprobación situada en un 96%.
El dato, publicado en una encuesta del diario francés Le Monde, confirma que la controvertida reforma laboral así como los debates sobre la prohibición o no del burkini, han pasado factura al mandatario.
Este porcentaje es el más alto en relación a la impopularidad que un presidente ha alcanzado en el país galo desde 1958.
En la primera encuesta, en noviembre del 2015, un 12% se declaró favorable al presidente, mientras que seis semanas más tarde cayeron hasta el 8%. Entre marzo y septiembre bajó la cifra de 5-6% de popularidad.
En una escala del 0 al 10, su calificación mediana fue de 3,4 en el mes de noviembre de 2015, 2,8 en enero, 2,5 en marzo, 2,1 en mayo, y desde junio se mantiene estable en el 2,3.
Disputa en las primarias
El mismo sondeo incluye la lucha por las primarias del centre-derecha, donde el ex ministro Alain Juppé se sitúa con un 41% del apoyo, por delante de Sarkozy, con un 30%. Ambos previsiblemente tendrán que enfrentarse en una segunda ronda el 27 de noviembre.
Las primarias serán un proceso abierto y no estarán restringidas a los militantes de Los Republicanos. Quien quiera participar, no obstante, deberá abonar dos euros y firmar una declaración en la que dice respetar los valores conservadores.
Todos los estudios coinciden en que el aspirante que gane las primarias del partido conservador francés también será favorito para hacerse con la victoria en las elecciones de mayo 2017. Tanto Juppé como Sarkozy pasarían a una segunda vuelta, con la ultraderechista Marine Le Pen como potencial rival.
Hollande, aún no ha aclarado si se presentará a la reelección.