El ex ministro de Economía, Emmanuel Macron, oficializó este miércoles su intención de presentarse a los comicios de Francia de 2017 para suceder a François Hollande, de quien fue su ministro de Economía: «Soy candidato a la presidencia de la República», anunció Macron, de 38 años, quien pretende trascender el clivaje izquierda-derecha.
«Vi desde adentro el vacío de nuestro sistema político (…), vi lo que cuesta rechazar las reglas obsoletas de un sistema de clanes que se ha convertido en el principal obstáculo para la transformación de nuestro país», sostuvo durante una conferencia de prensa en Bobigny, un suburbio desfavorecido del noreste de París.
La decisión de Macron era una formalidad tras su renuncia en agosto del gobierno socialista de François Hollande.
Macron juega la carta del “outsider”. «Rechazo este sistema», dijo haciendo un llamado a una «revolución democrática profunda». Este joven exbanquero creó en abril pasado su movimiento “¡En Marcha!”, que cuenta con unos 90.000 miembros que siguen su objetivo de promover «ideas nuevas (…) ni de derecha, ni de izquierda».
Para François Hollande, la decisión de su protegido aparece como un obstáculo en las intenciones del mandatario, que en un contexto de impopularidad récord aún no ha oficializado su intención de buscar la reelección.
Para los conservadores, a cuatro días de las primarias entre la derecha y el centro, también complica el panorama, ya que su imagen de tecnócrata moderno puede aspirar votos moderados de la oposición. De hecho, el objetivo del candidato presidencial es desestabilizar el favorito de los conservadores, Alain Juppé, alcalde de la ciudad de Burdeos.
Ante la inminente amenaza que supone Macron, Juppé acusó al ex ministro de ser el «coautor de la desastrosa política económica de Hollande» y lo calificó de «traidor» del presidente francés, «a quien apuñaló por la espalda».
Según las últimas encuestas, Macron suma entre el 15 y 18% de votos para la primera vuelta, por detrás de los ultraconservadores de Marie Le Pen y el candidato de derecha, pero por delante de los candidatos de centro-izquierda.
La incógnita ahora es si Macron se presentará a las primarias de la izquierda que se celebrarán en enero, o si continuará como independiente.