El expresidente francés y líder de la oposición conservadora, Nicolas Sarkozy, declaró este martes en un tribunal de París por supuestas irregularidades en la financiación de su campaña para las elecciones presidenciales de 2012.
La empresa Bygmalion emitió facturas falsas por unos 18,5 millones de euros para que la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy (rebautizado como Los Republicanos), asumiera gastos que en realidad iban destinados a financiar su campaña política. De esa manera, el partido ocultaba que se había superado el límite legal de gastos de campaña, fijado en 22,5 millones de euros.
Según informa Efe, el expresidente francés podría ser imputado por su presunta participación en la trama o ser llamado como “testigo asistido”, una figura a medio camino entre la imputación y el simple testigo.
Por ahora, hay trece imputados en esta causa, entre ellos los dirigentes de Bygmalion y varios dirigentes de la UMP, como el ex director general, Eric Cesari, y los dos responsables de la campaña, Guillaume Lambert y Jérôme Lavrilleux.
Este último ha admitido su participación en la trama y ha asegurado que Sarkozy y «toda la cadena de mando» estaban al tanto.
Sarkozy, quien se ha visto salpicado en numerosas causas judiciales desde que dejó el Elíseo, pretende ser candidato presidencial de nuevo en 2017.