El secretario general del Partido Socialista francés, Jean-Christophe Cambadélis, admitió este domingo que la primera vuelta de las elecciones legislativas ha estado marcada por la caída «sin precedentes» de la izquierda en su conjunto y «principalmente» de su propia formación.
En una comparecencia de prensa tras conocerse las primeras proyecciones de voto, Cambadélis animó a que la segunda ronda del próximo domingo no sirva para ampliar la mayoría ya prevista para el partido La República en Marcha (LREM), sino para instalar un mayor pluralismo en la cámara baja. Esto, porque si se confirma la mayoría absoluta para el partido del presidente, el socioliberal Emmanuel Macron, que podría conseguir entre 390 y 430 de los 577 escaños, «tendremos una Asamblea Nacional sin verdadero poder de control y sin un debate democrático digno de ese nombre».
«No es sano ni deseable que un presidente elegido en segunda vuelta por el rechazo a la extrema derecha se beneficie del monopolio de la representación nacional», consideró Cambadélis, para quien la democracia francesa «no puede permitirse estar enferma».
El partido del presidente Emmanuelle Macron, La República En Marcha (LREM), ha sido el más votado en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, con un porcentaje cercano al 32%, según las primeras proyecciones de voto difundidas. Ese resultado le acercaría mucho a la mayoría absoluta a la que el presidente socioliberal aspira para sacar adelante su agenda de reformas.
De acuerdo con esas estimaciones, el partido conservador Los Republicanos conseguiría entre el 20% y el 21% de los votos, el ultraderechista Frente Nacional entre 13% y el 14% y la izquierdista Francia Insumisa se quedaría cerca del 11%, mientras que se consuma el desastre anunciado para el Partido Socialista (9%).