En un concurrido debate realizado este miércoles 25 de junio Francisco Figueroa, Marco Enríquez-Ominami y Tomás Hirsch se reunieron a compartir sus puntos de vista sobre los primeros cien días de gobierno, la Nueva Mayoría y el futuro de las fuerzas de izquierda y progresistas.
En su comentario, Figueroa aseguró que “desde el Gobierno se impone una política de diferenciación con los años de la transición en lo simbólico, pero no en los hechos”. Apoyado en las conclusiones de los cuadernos, Figueroa agregó que “no hay retroexcavadora alguna operando: la reforma educacional regula un mercado, la tributaria recauda más pero no cambia la estructura de tributación y la electoral fuerza la incorporación de los nuevos actores a los grandes conglomerados, siendo más y no menos binominalismo”. Sobre el futuro de las fuerzas de izquierda y progresistas, Figueroa llamó a evitar “contagiarse con la ambigüedad que produce el Gobierno, dar a las cosas el nombre que les pertenece y avanzar en una articulación política”.
Al respecto, Enríquez-Ominami aseguró que “estamos frentes a un enigma coyuntural de si lo que hay de parte de la NM es una democratización del modelo u otro modelo. Porque el tema se trata de las reglas del modelo, no de sus montos. Es muy difícil imaginar un nuevo ciclo con estas reglas y vemos con interés que dentro de la Nueva Mayoría se estén discutiendo en los proyectos de copago, lucro, selección”. Enfatizó en la responsabilidad que sobre esto tiene la Presidenta, pues, “en una monarquía la iniciativa la tiene el presidente. Si no hay iniciativa desde la presidencia, no habrá nuevo ciclo”.
Tomás Hirsch también destinó tiempo a desahuciar el “nuevo ciclo” afirmando que “no hay una nueva relación de poder. Se profundiza el sistema económico, la lógica política sigue estando en manos de la presidencia. ¿Aparecieron actores diferentes o nuevos en la estructura del poder? De ninguna manera. Son los mismos que se venían preparando en intendencias y subsecretarías. Y muchos otros en donde les interesa estar, en los directorios de empresas que financian los partidos”. En ese sentido, destacó que programáticamente “en todos los proyectos hay letra chica o no afecta los grandes intereses económicos. Bastó que Luksic reclamara para sacar de la reforma el impuesto a los alcoholes. Los ministros de ahora antes estuvieron sentados en los directorios del grupo Luksic, trabajaban para Luksic, y los que eran ministros ahora están ahí sentados, garantizando que serán cuidados sus intereses”.
En cambio, destacó que “los movimientos sociales pautean más la discusión. Sí, ahí hay un elemento en el que detenerse. Lo que también se puede ver es la incorporación de una generación nueva”
VELASCO Y RD AL RUEDO
En medio del debate, llamó la atención la respuesta que ME-O entregó ante el cuestionamiento de por qué participar con la DC o Velasco en una misma primaria, en caso de optar por ese mecanismo. A ello, respondió que “Velasco agudiza y evidencia que la Concertación es de derecha, porque articula rápidamente a las Aylwin, a Correa, Brunner, es decir, el legado de Boeninger. Es el maniquí perfecto, porque no tiene sangre en las manos”. Agregó que “hay que hacer todo lo contrario a RD (Revolución Democrática), no meterse al Gobierno, no prestarle ropa, enviar señales claras. RD hace exactamente lo contrario”.
Finalmente, Figueroa advirtió que “los problemas que aquejan al país son tan grandes que para resolverlos será necesario llegar a acuerdos con la Concertación y el Gobierno. Pero sin perder independencia política”, agregando que “dejar pasar la ambigüedad del Gobierno y celebrar sus medidas como cosas que no son puede terminar siendo el freno más efectivo al impulso transformador de los últimos años”.
CUADERNOS DE COYUNTURA
Este es el tercer cuaderno lanzado por la Fundación Nodo XXI, a cargo del ex presidente Fech (2007) Giorgio Boccardo. Los primeros tuvieron relación con el panorama electoral de las elecciones presidenciales pasadas y un análisis completo del gobierno de Piñera. Este trata sobre los primeros cien días de gobierno de Bachelet y destacan las siguientes conclusiones en las materias centrales del programa de la Presidenta: educación, reforma tributaria y reformas al sistema político.
En educación, “el Gobierno ha decidido atacar las perversiones del modelo (lucro, selección, copago), pero no modificar su sustancia: la hegemonía ostentada por los privados en todos los niveles y afirmada en instrumentos tecnocráticos de control del mercado educacional”.
De este modo, “no hay retroexcavadora al impedir el lucro con recursos públicos, es más, se corre el peligro de aceitar aquello que amolda la educación a la desigualdad social y la constituye como el mejor mecanismo para legitimarla (pasándola como premio al mérito): que cada segmento social provea una educación para sí y otra para la mayoría”. En ese sentido, “el problema es más profundo que las fallas de operación del mercado, es la ausencia de un proyecto público de educación”.
“En lo tributario, la reforma impulsada por Arenas recauda más para las arcas del fisco, pero no altera la estructura tributaria. El impuesto más regresivo de todos, el IVA, continúa siendo la principal fuente de ingresos tributarios”.
“En cuanto a la reforma electoral, deja mucho que desear. Dificulta aún más el camino para independientes y fuerzas no pertenecientes a los grandes conglomerados. Se quiere forzar la incorporación de nuevos actores a los dos grandes conglomerados, es decir, más y no menos binominalismo. Al ser más grandes los territorios, a su vez, facilita la tarea a las fuerzas que disponen de más recursos económicos, volviendo más y no menos gravitante la dependencia de los partidos de los grandes grupos económicos”.
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El Ciudadano