Tras el destape de los casos Penta, la ciudadanía ha exigido que los políticos involucrados se inhabiliten de sus cargos, pues se ha evidenciado que una parte del Congreso está podrida y deslegitimada para seguir legislando las leyes que nos rigen. A fines del año pasado el cambio a la Constitución heredada por la dictadura, fue una materia tibiamente tratada por el Gobierno. A pesar de prometer un cambio sustancial a la Carta Magna, desde la Moneda no se dejó claro de qué manera se generaría el cambio. El sábado también se anunció que se iniciaría un proceso de participación ciudadana, sin embargo, no se explicaron detalles del mecanismo y desde la opinión más generalizada se teme que difícilmente se concrete una Asamblea Constituyente.
Ante el escenario de deslegitimación a la clase política provocada por los escándalos de corrupción, conflictos de interés y tráficos de influencia, algunos parlamentarios que desde hace un tiempo han estado dispuestos a elaborar una nueva Constitución, formaron la llamada Bancada AC para fomentar la elaboración de la nueva Carta Magna emanada desde la ciudadanía. Por ello, distintos parlamentarios se han referido a la necesidad de este cambio constituido desde la base, desde la gente y el poder ciudadano que podrá, pues sólo así finalmente se podrá barrer con la Constitución del’80 elaborada por Jaime Guzmán.
La diputada comunista, Camila Vallejo señaló a la Tercera que «pese a lo indignante que resultaron ser los casos Penta y Caval, esta es una oportunidad para poner en evidencia las deficiencias de nuestra institucionalidad y Constitución política. Debemos repensar nuestra institucionalidad de manera participativa. No creo que una nueva Constitución tenga que ser redactada por el mismo Parlamento que hoy está, en gran medida, cuestionado por este tipo de acciones que son totalmente despreciables. Es la oportunidad para convocar a un plebiscito para que la ciudadanía decida cuál es el mecanismo para cambiar la Constitución. Y ojalá sea una Asamblea Constituyente”.
En tanto, la diputada Karol Cariola dijo que “la política y particularmente el Congreso se han ido deslegitimando por varias razones, partiendo por una institucionalidad impuesta por la Constitución del 80, que no permite la participación ciudadana en la toma de decisiones”. Cariola agregó que “para legitimar una nueva institucionalidad se debe generar un proceso verdaderamente democrático que valide una nueva Constitución, y para ello la forma que da mas garantía es, sin duda, la Asamblea Constituyente”. El presidente del PC, Guillermo Teillier, por parte dijo que “pensar en la Constitución hoy en día es primordial, sobre todo para dar garantías de que quedará establecido que no se puedan cometer estos delitos”.
El diputado Gabriel Boric se refirió en entrevista con Universidad de Chile, a los ánimos al interior de la Moneda, la falta de propuestas en la materia y señaló que “todo este silencio, esta ambigüedad, finalmente dice que no vamos a tener Asamblea Constituyente por lo menos impulsada por el gobierno. Eso nos pone una tarea más complicada aún, más desafiante, pero que tenemos que asumir con mucho ímpetu: la asamblea constituyente la vamos a ganar en la calle, en la movilización, pero no va a ser respaldada, en un principio, por el gobierno. Eso es algo que en lo que tenemos que estar claros desde un comienzo”. Sin embargo, crítico la postura de Marco Enríquez-Ominami a partir de la timidez con que ha defendido la Asamblea Constituyente, el diputado por Magallanes señalaron que “No me gusta esta lógica que ha tomado un poco Marco Enriquez Ominami, casi como de pedir perdón por la asamblea constituyente y así como decir ´acá no queremos transformar nada, no queremos partir de cero´. (Tampoco) este nuevo eslogan que adoptó la organización Marca tu Voto que también me parece complicado: como si uno tuviera que pedirle permiso a los poderosos para llevarla a adelante. No obstante, creo que la pega que han hecho estos organismos ha sido positiva o ha implicado un avance en la discusión”.